Asunto de máxima actualidad. El carné de fumigador que exige la Administración para hacer una desinfección química del invernadero. Medio centenar de agricultores se reunían ayer en Adra en la jornada sobre ‘Desinfección de suelos: uso eficaz y seguro’ que Hortocampo celebraba en sus instalaciones.
Las restricciones actuales que impone la normativa vigente obligan a la tenencia de un carné de usuario profesional nivel fumigador. Cursos que ofertan actualmente las escuelas de formación agraria, como la EFA Campomar, y que también han sido ofertados en su momento por las Oficinas Comarcales Agrarias. Sin embargo, la mayor parte de los agricultores almerienses no poseen dicho carné, motivo por el cual empresas como Hortocampo han cualificado a sus técnicos profesionales para poder ofrecer dicho servicio de tratamiento químico de suelos a sus agricultores.
De este modo, las empresas así constituidas como Hortocampo quieren dar una solución a las restricciones de la norma, además del carné de fumigador, la ley obliga para el transporte la posesión del carné ADR y un vehículo homologado para ADR, un contrato vinculante, para aplicar es necesario un Equipo de Protección Individual (EPI) o una gestión de envases a través de Sigfito.
“Somos empresa de tratamiento, homologada y autorizada para la desinfección de suelos, un servicio que le podemos ofrecer a nuestros agricultores”, comentaba el gerente Juan Sánchez para añadir a continuación de que dicho servicio contempla el equipo de fumigación con personal cualificado y con las herramientas autorizadas para desinfección, con transporte ADR (vehículo y conductor), cumpliendo así la legislación vigente.
Tipos de desinfección
La jornada contó con tres charlas. Antonio Carreño, técnico de Hortocampo, describió los tipos de desinfección. La química (plástico, metam-na, dicloropropeno y agrocelhone) con buena eficacia, pero con restricciones, más cara y con el problema de que elimina microorganismos beneficiosos; la solarización (plástico, humedad) que es más cómoda, económica y respeta los microorganismos beneficiosos, pero que exige largo tiempo y no llega a capas profundas; y la biofumigación (plástico, humedad y materia orgánica, como estiércol o restos vegetales) que incrementa la materia orgánica, aumenta la vida del suelo, controla hongos y reduce nemátodos.
Las claves que hay que tener en cuenta para una buena desinfección también fueron descritas, como la revisión del riego (por ejemplo, goteros), mover los ramales si fuese necesario, poner plástico (mínimo de 100-120 gg) y hacer un correcto sellado de dicho plástico.
Soluciones frente a las infecciones
José López, también técnico de Hortocampo, presentó una interesante novedad, como un regenerador de suelos, Lombrico Regenerador, que sirve como potenciador de la solarización o biofumigación aumentando la temperatura del suelo y liberando gases tóxicos para los organismos nocivos. Este regenerador de suelos tras la desinfección ayuda a reactivar la flora y fauna del suelo.
Y finalmente se presentó Velum, un nuevo nematicida y fungicida de Bayer a través de riego y con efecto contra oídio y nemátodos. Una sola materia activa que soluciona varios problemas y que es compatible con insectos auxiliares y polinizadores.