“Llevo desde el 18 de marzo vendiendo a diario calabacín por debajo de los costes de producción, y ya ha pasado más de un mes desde que empecé así. Estoy perdiendo todos los días 100 euros, es cuestión de echar cuentas para saber la deuda que estoy acumulando”, describía esta mañana el joven agricultor Juan Antonio, que ayer se reunía en su explotación agrícola con otros cinco agricultores para picar 2.500 kilos de calabacinos de primeras calidades que estaban sin precio.
“No es que no solo no gane dinero, sino que es que además tengo que poner dinero encima”, añadía, “tres trabajadores asalariados, sueldos, gastos de agua, abono, etc, cortando calabacín todos los días y perdiendo dinero todos los días. Es desesperante”.
Juan Antonio se reunía ayer en su finca de El Ejido junto a otros cinco agricultores (David, Antonio, Antonio, Francisco y José) que habían decidido protestar por los bajos precios destruyendo su calabacín. “Es un acto de protesta, nosotros respetamos que se regalen las verduras en Almería, que es también una manera de reivindicar lo que está pasando con los precios, pero en nuestro caso hemos querido hacerlo de este modo”, comentaba el productor.
Juan Antonio lamenta que no haya planificación de cultivos, la desunión de la producción y la comercialización y los márgenes de precios que siempre perjudican al productor, a diferencia de lo que ocurre con el resto de eslabones de la cadena.
“No podemos seguir vendiendo calabacín a una media de 15 céntimos”, concluía.