Publico este post de madrugada pensando en los lectores del continente americano, ese granero del mundo que sigue muy de cerca todo lo que sucede en Almería, ya que el modelo de agricultura intensiva almeriense es el que se replica hoy día desde Canadá hasta la Patagonia argentina.
Esta imagen que publico es la del Poniente almeriense. Una comarca vista desde el espacio, según los astronautas es el único lugar visible desde allí, rompiendo algunos mitos como la muralla china o las pirámides de Egipto. Es increíble, pero cierto, los invernaderos de esta zona del sureste español son lo que mejor se ve y con más nitidez desde la órbita en la que grabitan los astronautas. Y también este trozo de tierra llamado Poniente almeriense es el único lugar del planeta en el que ha bajado la temperatura media, un digno caso de estudio de cómo luchar contra el calentamiento terráqueo. Tanto la visión de este sitio desde una nave espacial como su acción contra el cambio climático, en ambos casos estas singularidades están provocadas por un solo motivo-causa: sus INVERNADEROS. Un respeto a ellos, que es lo mejor que tiene esta tierra y lo que nos hace distintos en todo el planeta.
Otra singularidad a modo anecdótico, precisamente en este paisaje Ridley Scott ha estado hoy haciendo un casting en El Ejido para buscar figurantes para su próxima obra, Exodus. Una gran producción de Hollywood que recreará aquí en los próximos meses el desierto del Sinaí. De la piedra almeriense no brotará maná, pero si tomates, pimientos y pepinos para alimentar a media Europa.
Posdata: Me llamaba esta tarde mi amigo Javier, un agricultor ejidense padre de familia, para decirme que había pasado el casting para la película de Moisés.
Yo no soy nacida en El Ejido, pero mis hijos si, y me siento muy orgullosa de ello. No tenemos monumentos ni museos, pero si tenemos algo importantísmo en los tiempos que corren. Trabajo para muchísimas personas, y aunque eso no de la cara a la galería como el arte plástico, de eso vivimos, del arte del plástico. Un saludo
La imagen desde el espacio del Poniente es espectacular. Somos únicos y singulares. Hoy, más que nunca, la agricultura almeriense merece respeto y el reconocimiento que durante décadas no ha tenido