‘La huerta del pueblo’ en Benalmádena. Una vuelta a los orígenes

Hace unos días nos escribían desde Málaga para darnos a conocer una iniciativa que está en auge en esta zona de Andalucía, recuperar pequeñas tierras en desuso para organizar en ellas huertos agroecológicos. La entidad que nos contactaba es la asociación cultural y social ‘La huerta del pueblo’ de Benalmádena, que trabaja en una huerta de nombre poético, La Pintá.

“Si quieres cultivar únete a nosotros, bajo la filosofía ‘Tú cultivas, yo te dejo la tierra’. Si quieres cultivar, pero no dispones de terrenos, nosotros te ponemos en contacto con aquellas personas que tienen terrenos pero no tienen tiempo para trabajarlos o son terrenos baldíos o sin uso. La cesión es gratuita a cambio de compartir la cosecha o hacer labores comunitarias de campo”, nos explican.

‘La huerta del pueblo’ organiza a lo largo del año talleres y charlas coloquio en torno a la agricultura orgánica y el mundo rural.

La historia de esta asociación

El 16 de octubre del 2015 se constituye la ‘Asociación Cultural Social La huerta del pueblo’ por aficionados a la agricultura ecológica gracias a la generosidad de Agustín Suárez, que cedió terrenos de su finca rústica en Alhaurín de la Torre (Málaga) para su cultivo.

Desde entonces 9 familias de Benalmádena cultivan productos ecológicos en la huerta ‘La Pintá’. “Tenemos como primer objetivo instar a la administración pública o entidades privadas a que cedan terrenos en desuso para aquellos vecinos que deseen cultivar su propio alimento sin contaminantes, o sencillamente por necesidades de sostenibilidad económica familiar lo puedan realizar en su propio municipio (Benalmádena)”, añaden desde la asociación.

Agroecología desde Benalmádena

Son dos los grandes fines de esta entidad. Uno de ellos es fomentar la actividad del autocultivo en esta comarca, “utilizando el método de la agroecología de alimentos saludables, sin pesticidas o fertilizantes químicos, con el fin de beneficiar con sus efectos a nuestro organismo a través del ejercicio y la alimentación sana, protegiendo el medio ambiente al mismo tiempo”.

Y el segundo de los propósitos es realizar actividades colaborativas y talleres de formación, “sin olvidar las tradiciones populares y culturales de nuestra tierra, a través de relaciones intergeneracionales. Contribuir al fortalecimiento de la solidaridad y el apoyo mutuo entre vecinos de la ciudad de Benalmádena”.