Hace unos años el tema del agua no estaba en la agenda de prioridades del sector hortofrutícola almeriense. Otros asuntos, casi siempre vinculados a la comercialización y a la unidad del campo, centraban el interés. De hace un año a esta parte el agua ha dado un giro de 180 grados. Por su escasez y por los muchos interrogantes que giran en torno a este recurso de vital importancia. Sin agua no hay nada, eso está claro.
En el día de ayer la empresa almeriense Wise Irrisystem (es ejidense, aunque emplea puntera tecnología israelí en exclusiva) celebraba una jornada de formación y acompañamiento a sus usuarios en el edificio Carrida de Aguadulce. Entre las novedades que se presentaron de cara a la próxima campaña 2016/17 está el cálculo de la huella hídrica, que viene a ser la cantidad de recursos hídricos, directos e indirectos, que el agricultor utiliza para su producción.
Los agricultores que dispongan de los equipos Wise Lite podrán a partir de esta nueva campaña calcular su propia huella hídrica. No es cuestión baladí, ya que cada vez las cadenas de supermercados valoran más los impactos medioambientales, desde la huella del carbono hasta la hídrica.
Por ejemplo, para producir un kilo de carne de vacuno se requieren 15.600 litros de agua, para un kilo de naranjas 460 litros y para un kilo de tomates 180 litros (en el caso de tomate de invernadero el consumo puede reducirse hasta dos tercios). De ahí, que el empleo de riegos inteligentes versus el tradicional ojímetro redunde en un mejor aprovechamiento del bien escaso llamado agua.
Dependiendo de los manejos, los suelos y los cultivos los ahorros de agua con Wise Lite van desde un 30% a un 50%, acompañado de un ahorro similar en abonos. Actualmente el ahorro hídrico ha ganado en relevancia, aunque hace un lustro cuando se constituyó Wise los principales argumentos de sus sistemas eran de manejo agronómico, de regar según las necesidades de la planta, lo cual redunda en un cultivo más sano, productivo y de primeras calidades.
DPV y auditorías hidraúlicas
En las ponencias se trataron distintos aspectos, más allá de la huella hídrica, entre ellos el empleo de la información que aporta el DPV (déficit de presión de vapor) para el manejo de abejorros, el manejo del blanqueo y la ventilación, para la maduración de frutos o para prevenir el rajado del tomate, según explicaba Alba Gómez, agrónoma de Wise.
Su compañera Toñi Felices abordó cuestiones prácticas relacionadas con la sequedad de los suelos o el exceso de agua, y la recomendación de regar según la tipología de suelos, diferenciando por ejemplo entre arcilla y arena, ya que los drenajes son distintos. Dependiendo de la estructura de suelo de cada finca, puede haber casos en los que se requieran riegos muy cortos y muy seguidos y en otros más prolongados, la casuística es amplia. Las estaciones de fertirriego de Wise se adaptan a las peculiaridades de cada invernadero.
Juanjo Vázquez, gerente de la compañía, presentó diferentes productos que la compañía prepara en este momento, como Wise Lite Sol y Wise Lite Radio; también mostró los nuevos equipos multitest, para medir en la propia finca; y además abordó un punto que es fundamental para el fertirriego, una hidráulica con una buena puesta a punto. En este sentido, Wise realiza a sus usuarios una auditoría de sus hidráulicas.