La huerta valenciana es envolvente. Cuanto más viajo por la región levantina que en nuestro reducido imaginario colectivo asociamos al mundo cítricola, más nuevas agriculturas descubro. Ana y yo nos hemos perdido por esas carreteras comarcales que nunca frecuenta el viajero acelerado. Caminos poco transitados, pero en los que la huerta está al pie del arcén. La España más profunda de la que emerge un campo vivo, heterogéneo y que da alimento a una región preñada de historias agrícolas.
En la provincia de Valencia, antes de llegar a la Albufera, hicimos parada en las cercanías de Cullera. En este municipio y en la vecina Sueca son frecuentes los campos de arroz, como los de las imágenes. Fascinante a la vista. He buscado información para poder comprender en apenas unas líneas las claves del sector del arroz en España.
España exporta más arroz del que importa
En España, segundo país productor de la UE por detrás de Italia, la superficie de arroz para esta campaña 2015/2016 es de 110.000 hectáreas, similar a la campaña precedente con una producción de 842.000 toneladas (un 2,2% inferior a las de la campaña anterior), destacando las zonas de producción de Valencia, Andalucía, Extremadura y Cataluña. Concretamente en la Comunidad Valenciana se contabilizan casi 16.000 hectáreas, según el Magrama.
La producción mundial se estima alcanzará para la campaña 2016/17 los 486 millones de toneladas, con un consumo de 488 millones de toneladas de arroz blanqueado, lo que supone un incremento de un 1%. En España a diferencia del resto de Europa el peso de las exportaciones es claramente superior al de las importaciones, con unas estimaciones de importación para esta campaña de 79.000 toneladas, frente a unas exportaciones de 200.000 toneladas, de las cuales un 65% se corresponderían al arroz tipo índica.
En este ámbito del comercio exterior, destaca el incremento en los últimos años de las importaciones procedentes de los países EBA (“todo menos las armas”) sobre todo de Camboya y de Myanmar, por lo que se viene haciendo un seguimiento de las mismas tanto por parte del sector como del Ministerio.
La Comunidad Valenciana está dibujada de naranjos y clementinas desde el norte, Castellón, pasando por el epicentro de Valencia hasta la más sureña Alicante. Pero al margen de los cítricos, conviven muy diversos cultivares, desde el arroz pasando por los nísperos (incluso protegidos en estructuras invernadas) hasta los granados. Amplios campos de éstos últimos en localidades como Albatera o San Isidro, ya en Alicante.
Sobre los nísperos, se calculan 1.200 hectáreas en la región, algo más de 200 ha. en secano y el resto, la mayoría, en regadío. En cuanto a la granada que está en auge (solo hay que pensar en la apuesta de empresas como Anecoop por este cultivo) las últimas cifras del Ministerio de Agricultura arrojan en la Comunidad Valenciana una superficie próxima a las 4.300 hectáreas. Los granados de las fotografías son de Albatera, al sur de la provincia alicantina.
Y como el relato del blog nunca acaba, ya que es un viaje continuo por las agriculturas de las Españas, ya habrá ocasión para conocer las chufas (alrededor de 310 hectáreas), las alcachofas valencianas (2.500 has.) o las más de 2.000 hectáreas de las populares sandías de calle, propias de esta época estival. En el futuro.