El Ejido cuenta, desde hoy, con un proyecto de tratamiento de nutrientes orgánicos procedentes de los lixiviados de las plantas de compostaje. El grupo empresarial Biaqui, impulsor de este proyecto, ha ubicado sus instalaciones en unos terrenos próximos a las plantas de Ejido Medio Ambiente y Sociedad Ambiental Las Chozas. El alcalde ejidense, Francisco Góngora, y el concejal de Agricultura asistían este mediodía a la finalización del proceso de dotación de maquinaria de una planta que entrará en funcionamiento en los próximos días.
En ellas, se va a procesar el líquido procedente del compostaje que será sometido a técnicas punteras de I+D+I que harán posible, en el futuro, su reutilización como abono natural. Para Góngora “es un importante paso en materia de sostenibilidad que va a ayudar a mitigar los olores que se producen, especialmente en Almerimar, durante el proceso de tratamiento de los restos vegetales que realizan las plantas de compostaje”.
El municipio de El Ejido vuelve a despuntar en el sector agrícola y en materia de innovación al ser sede, desde hoy, de un proyecto pionero para el tratamiento y gestión de los restos vegetales que genera la actividad agrícola de la zona. Se trata de la iniciativa que el grupo empresarial Biaqui ha impulsado en unos terrenos muy próximos a las plantas de Ejido Medio Ambiente y la Sociedad Ambiental Las Chozas.
Unas instalaciones cuyas obras de infraestructura y dotación de maquinaria específica y necesaria han finalizado para que, en unos días, sea una realidad este proyecto de tecnológica que hará posible el tratamiento de los lixiviados procedentes del proceso de tratamiento y gestión que, desde hace años, viene realizando ambas plantas de compostaje.
Este mediodía el alcalde de El Ejido, Francisco Góngora, junto al concejal de Agricultura, Manolo Gómez, y los socios de este proyecto empresarial, daban por inauguradas las instalaciones y apuntaban a la semana que viene como la entrada en funcionamiento de éstas, las cuales van a permitir; por un lado, contribuir a la eliminación de los desechos y, por otro, procesar aquellos nutrientes orgánicos que proceden de los lixiviados de las plantas de compostaje. De esta forma, se conseguirá, igualmente, evitar las molestias que éstos ocasionan, así como estudiar la viabilidad de una posible reutilización.
Se trata de un proyecto compatible con la actividad actual de las plantas que vendrá, además, a mejorar los procesos de gestión de los desechos que se tratan en este tipo de instalaciones y contribuir con ello, aún más, a la sostenibilidad del principal modelo productivo de la ciudad, la agricultura.
Por tanto, a juicio de Góngora, “El Ejido vuelve a demostrar que está a la cabeza en materia de investigación agrícola al ser testigo del nacimiento de una iniciativa más que innovadora con la que daremos un salto trascendental, ya que no sólo viene a aportar una nueva opción para el tratamiento de los restos vegetales, sino que da solución a ese problema serio de olores e impacto que teníamos en el municipio y que generaban esos lixiviados durante el proceso de tratamiento de los desechos que realizaban las distintas plantas de compostaje”.
Además, “seguimos dando importantes pasos en materia medioambiental y en torno a aspectos que impera en una sociedad cada vez más globalizada y preocupada por el reciclaje y el aprovechamiento de todos los recursos”, explica Góngora, quien desvela que “este proyecto empresarial cuenta con una segunda parte de investigación que va a ser fundamental en este sentido, ya que la intención de Biaqui es lograr, mediante técnicas y sistemas de I+D+I, tratar ese líquido, quitándole cualquier arrastre que contenga, para devolverle las propiedades necesarias y convertirlo en un abono natural para uso ecológico en cualquier tipo de agricultura”.
Ello, sin duda, “reforzará la imagen de nuestra agricultura y el sector agroalimentario de Almería en Europa y, sobre todo, entre los consumidores de esos mercados internacionales que, al margen de un producto de calidad, requieren y exigen cada vez más productos que hayan sido cultivados en un entorno donde prime el cuidado por el medio ambiente”. Y es que este proyecto se suma a otros que proyectan aún más “la realidad de la agricultura ejidense, la cual se ha diferenciado del resto por la optimización de los recursos naturales o el aprovechamiento del agua y que, ahora, avanza en materia de sostenibilidad medioambiental para garantizar el liderazgo y la continuidad del propio sector en el futuro”.
Por tanto, “ese es el camino a seguir por este Ayuntamiento, respaldando, también, por qué no a proyectos que, como éstos, facilitan mejores sistemas para lograr una gestión total de los desechos de la actividad agrícola e incluso abren nuevas posibilidades para la reutilización de estos. Además, de forma pionera, vienen a sumar a esa economía circular que ya hemos iniciado con otros proyectos y que está muy en línea las exigencias de Unión Europea para limitar los impactos medioambientales del uso de los recursos durante la explotación de nuestras tierras”.
Al margen de los beneficios que este proyecto traerá a la agricultura, el regidor quiso, también, destacar “la importancia que va a tener para minimizar el problema que afectando a gran parte de la población ejidenses como son los olores que, durante los procesos de volcado, se producían en zonas como Almerimar”. Tanto es así que ha aseverado que “una vez que esté en marcha el proyecto se van a dotar de una solución a dichos olores”. Una cuestión que “será relativamente pronto”.
Un pequeño paso para el hombre… un gran paso para la humanidad (si se hace como Dios manda, claro!)