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Que la sal es mala para el cultivo es bien sabido. Que la alta conductividad perjudica también. O que los pozos de aguas subterráneas cada vez tienen los niveles más altos. Sin embargo hasta estos días atrás no nos habíamos topado con una exposición técnica que cuantificase lo que el agricultor pierde, según la concentración de sales con las que riega su finca.
Evento de Brandon Science en El Ejido (Almería). Una investigadora mexicana que trabaja en esta multinacional explicaba esta relación entre salinidad y productividad ante un público conformado por unos 150 agricultores. No vamos a hablar del producto presentado por Brandon como solución a esta problemática porque ya lo hicimos en un artículo anterior (pinchar aquí para leer más sobre Blocsal), sino que nos vamos a centrar en la proporción de sales y el rendimiento del cultivo.

Sales en pimiento y tomate
“¿Cuánto bajamos el rendimiento del cultivo con aguas salinas?”, expresaba Naivy Nava-Cruz, especialista en bioestimulantes en Brandon, para a continuación describir cómo el máximo potencial genético de una planta decae al tiempo que sube el nivel de sales en una relación que se puede medir.
Así, en el pimiento – referencia hoy día del campo almeriense – el cultivo puede llegar al 100% de su potencial cuando las aguas tienen una baja concentración de sales por debajo de 1 dS/m (deciSiemens por metro).
Cuando la conductividad eléctrica eléctrica sube al rango de 1,5 dS/m ya sí desciende el potencial de rendimiento del pimiento al 90%; porcentaje que cae al 75% cuando las aguas empeoran con una conductividad de 2,2 dS/m; y cayendo al 50% cuando las aguas están al 3,4 dS/m.
En hortícolas el siguiente cultivo en importancia por superficie en Almería es el tomate, ligeramente más tolerante a la concentración salina que el pimiento. En cualquier caso el rango a tener en cuenta está en una conductividad de 2,3 dS/m donde el potencial del cultivo es del 90%. Potencial de kilos que se reduce al 75% cuando la conductividad sube al 3,4 dS/m, y que cae aún más al 50% cuando está en 5 dS/m.
Con aguas de 1,7 dS/m el tomate da su máximo rendimiento, el 100% de su potencial.
En pepino y calabacín
En cuanto a superficie de cultivo en Almería, ambos cultivos van de la mano con diferencias poco significativas.
Hasta el 1,7 dS/m el pepino está al 100%. A partir de ahí si sube la concentración salina, disminuye su potencial. Se sitúa en el 90% con 2,2 dS/m, en el 75% con conductividad del 2,9 dS/m y en el 50% de su potencial productivo cuando los niveles salinos están en 4,2 dS/m.
Por su parte el calabacín puede tolerar bien las aguas malas, pero hasta un límite. En el 3,1 dS/m sigue estando en el 100%. Pero cuando la conductividad toca el 3,8 dS/m el rendimiento es del 90%; con 4,9 dS/ es ya del 75% y con aguas muy salinas del 6,7 dS/m el cultivo de calabacín rinde al 50%. Aún con todo, es el que mejor tolera aguas de bajas calidades.

Conductividad eléctrica en berenjena
Acabamos con la berenjena. Al 100% de su rendimiento productivo con aguas de hasta 1 dS/m. Con 1,6 dS/m el potencial baja un poco hasta el 90%, que es del 75% con conductividad del 2,5 dS/m y del 50% con 4,5 dS/m.