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Oficialmente no hay ni fecha ni normativa para que no se pueda seguir usando, pero la realidad de las cosas conduce a ello más pronto que tarde. La rafia de plástico tiene los días contados. Sabiendo sobre este hecho inexorable, adelantarse a lo que está por venir es una buena opción para que la adaptación sea lo más liviana posible. Pongamos todo en contexto para clarificar el futuro de la rafia plástica y la que la sustituirá, la biodegradable o compostable.

Rafia sucia difícil de tratar
Las distintas plantas de reciclaje de restos vegetales han acordado entre sí no recepcionar a partir de septiembre más rafia plástica. Obviamente el agricultor podría seguir usándola, pero la duda es saber quién gestionaría posteriormente dicha rafia, cuyo tratamiento es sumamente complejo, sobre todo por ser una rafia que ya viene sucia.
De hecho ése es el quid de la cuestión. La dificultad que durante años han arrastrado las distintas plantas de reciclaje agrícola de la provincia almeriense (extensible al resto de territorios) para poder hacer una transformación efectiva de dicha rafia de plástico y darle así salida. La complejidad e inversión necesaria para poder cumplir con esta prerrogativa administrativa es la que ha llevado a esta situación límite.
Ya el pasado año la Administración autonómica amagó con el cierre de las plantas, pero se ha conseguido un año de moratoria que ahora llega a su término. Y ante el temor de que la Junta pueda llevar a efecto el cierre de las plantas, éstas han decido adelantarse acordando entre ellas no recibir más rafia de plástico cuando se inicie la campaña 2025/26 en la provincia de Almería.

Actualización de tarifas en las plantas de reciclaje
Analizamos con Andrés Góngora, secretario de Coag en Almería, la situación, ya que la próxima semana se reunirá con miembros de la asociación provincial que han creado las propias plantas de reciclaje de restos vegetales para unificar sus criterios.
“De lo primero que vamos a hablar con las plantas es de una actualización de las tarifas, si se dejan de recibir dichas rafias de plástico. Si ocurre así, los costes de las plantas de reciclaje van a disminuir, y no tendría sentido aplicar las tarifas actuales que incluyen rafias plásticas a esos otros nuevos acopios de restos vegetales futuros que irían con rafias biodegradables o incluso sin guitas. Así que las tarifas deben bajar para que no sea tan gravoso para el agricultor el sobrecoste que le supondría pasar de un modelo de rafia a otro”, argumenta Andrés Góngora.
Fondos operativos para comprar rafias compostables
“El hándicap para el agricultor de las rafias biodegradables está en su coste, un precio muy superior al de las rafias de plástico”, describe Andrés Góngora para añadir a continuación que “desde Coag vamos a solicitar a la Junta de Andalucía que los agricultores que no pertenezcan a ninguna OPFH puedan recibir algún tipo de ayuda agroambiental que les haga más fácil poder transitar de una rafia a otra”.
Y es que estas rafias biodegradables o compostables sí son susceptibles de entrar en los fondos operativos que gestionan las OPFH.

Flexibilidad
Por último, desde la organización agraria Coag se pie mayor flexibilidad a la Administración andaluza, en concreto al área de Medio Ambiente y Sostenibilidad, para abordar este cambio.
“Pensamos, por ejemplo, en los productores de tomate que han comprado perchas, con una vida útil de unos tres años y que les ha requerido hacer una importante inversión. Necesitarían el tiempo necesario para poder haber podido amortizarlas y ya después dar el salto a las biodegradables. Por eso pedimos que la Junta sea flexible con la realidad del campo y del agricultor”, añade Góngora.