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El apellido ND hace referencia a la resistencia al virus del Nueva Delhi. Bobal de Syngenta es una singularidad por dicha barrera a esta virosis (ToLCNDV) que cada vez preocupa más al productor de melón. Pero más allá de esta característica agronómica, Bobal ND ha logrado un reto comercial de máxima exigencia: estar en el podio de los melones que eligen los compradores marquistas.

Marquistas como Bollo
Ayer nos citábamos en Matagorda (El Ejido, Almería) con los hermanos Mingorance, Javier y Jorge, buenos conocedores del cultivo del piel de sapo desde hace años. En un par de días estos melones se recolectarán para llevar el sello de Bollo, un marquista que no requiere presentación alguna.
“Reúne las características de una marca de calidad con brix, sabor y bocado excepcionales”, expresa Javier Mingorance, mientras abre una pieza para deleitar al paladar que nos demanda cada vez más melón en esta época del año.
“El escriturado es muy equilibrado, como quieren los marquistas. Toma el dorado externo antes que otros melones negros. Y además coge el peso que nos piden los compradores, que es a partir de dos kilos hacia arriba y hasta cuatro”, añade Javier.
Otros atributos de este melón de referencia para Syngenta están relacionados con el color de la carne interna y la firmeza de la misma. “Por dentro es muy blanco, y al mismo tiempo apretado y refrescante”.
Jorge Mingorance repara en otro detalle muy importante para los marquistas y vinculado a la homogeneidad. “Bobal ND es un melón muy parejo, todo es igual, incluso en las orillas del invernadero – donde es más difícil – las piezas son del mismo tamaño”.

La resistencia que demanda el productor
Nos detenemos ahora en aspectos más agronómicos. Rápidamente Jorge Mingorance pone la diana en lo que los ha llevado este año por primera vez a decantarse por Bobal ND. “La tolerancia a Nueva Delhi. La hemos buscado y este melón la lleva. Oídio también, pero sobre todo nos preocupaba el Nueva Delhi porque estas campañas atrás hemos tenido incidencia, arrancando matas y perdiendo hasta un 15% de plantas, y ya con esta nueva variedad esta problemática ha desaparecido y hemos estado más tranquilos”.
Por su parte Javier comenta otra práctica a la que obligaba el virus Nueva Delhi y que ya no necesitan implementar en esta finca: “Esta virosis nos obligaba a usar mantilla para proteger al melón, y con lluvias esa manta provocaba problemas de mycosphaerella. Ahora no hemos requerido manta y hemos evitado problemáticas de enfermedades provocadas por hongos”.
Finalmente, hablamos también de los rendimientos y nos dan unas cifras muy elevadas que alcanzan los 9 kilos por metro cuadrado. “La clave está en la colmena y en la variedad que cuaja muy bien”, señalan los hermanos Mingorance.