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Los prebióticos Dream y Brio son formulados de la empresa almeriense Viagro
Una de las charlas con mayor interés, de las impartidas durante las conferencias técnicas paralelas a Expolevante, ha sido la de la profesora de la Universidad de Almería (UAL), Ana Cristina Abreu, que presentaba los resultados con prebióticos que silencian el virus del rugoso (ToBRFV). Con esta investigadora portuguesa cerramos el capítulo de la feria nijareña, jugosa en contenidos técnicos en esta última edición de 2024.
Ana Cristina Abreu es miembro del departamento de Química y Física de la UAL, y pertenece al grupo de investigación FQM-376. Al comienzo de su intervención abordó la metabolómica y las respuestas a los diferentes estímulos para a continuación resumir que “en el complejo sistema de defensa de las plantas hay interacciones entre la planta, su microbiota y otros organismos del entorno”.
Prebióticos Dream y Brio
Los resultados del estudio presentado están referidos al uso de dos prebióticos de la empresa almeriense Viagro, como son Dream y Brio. Cuando se detectó el virus se aplicaron tratamientos a 4l/ha, vía foliar, 3 aplicaciones cada 5 días.
“Una de las conclusiones es que con una aplicación temprana de los prebióticos se retrasa el aumento de la carga viral y se produce un silenciamiento del virus”, describía Abreu.
Una carga viral más baja frente al testigo, al que no se le aplicaban los tratamientos.
Compuestos de defensa
A su vez, el virus inactivo propiciaba en los ensayos un aumento de la sacarosa, que servía de ‘combustible’ para crear determinados compuestos de defensa de la planta.
En cambio, en el testigo con el virus del rugoso activo la planta sufre mayores situaciones de estrés y deshidratación.
De ahí que el uso de prebióticos marque una relación directa entre nutrición, microbioma (fomenta un buen desarrollo de las vías metabólicas, modula la respuesta inmune y activa las defensas) y expresión del virus. El tratamiento con los dos mencionados prebióticos ha derivado en una desactivación del virus tanto en hoja como en fruto, según la ponente.
“En la hoja tratada con prebióticos se ha regenerado el microbioma, hemos encontrado una planta más hidratada y con menos estrés”, señalaba Ana Cristina.