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Cuaje con calor y blanqueo y más tamaño definen a este nuevo california rojo
Es la novedad en pimiento rojo de Vilmorin-Mikado para la presente campaña. Ingenyo viene a cubrir un segmento estratégico para los productores de california que buscan un plus de calibre en los ciclos tempranos. En Adra hemos visitado una finca para conocer in situ el comportamiento de la nueva variedad.

Adaptación a condiciones más extremas de calor
Luis Twose es desde septiembre el director comercial de solanáneas de Vilmorin-Mikado para la Península Ibérica, España y Portugal. Con una dilatada experiencia en el sector señala un escenario a tener cada vez más en cuenta en los ciclos del pimiento temprano almeriense: “Los veranos son cada vez más calurosos y necesitamos variedades que cuajen bien con altas temperaturas y con blanqueo en el invernadero. Una de esas variedades es el california Ingenyo”.

Cuando se van quitando paños de encalado o directamente se retira el sombreo la proliferación de plagas y enfermedades es más proclive. Por eso Isabel Rodríguez, responsable de desarrollo de Vilmorin-Mikado, insiste en la misma idea: “El contexto actual es ir a veranos con más calor. De ahí que sean determinantes las variedades que se adaptan a esas condiciones más difíciles y que puedan cuajar bien con blanqueo, como ocurre con nuestras variedades de temprano, entre ellas el nuevo pimiento Ingenyo”.

Un plus de calibre
Las variedades de california rojo para temprano de Vilmorin-Mikado son Nyostar y Nyobi y ahora se suma también Ingenyo. Los tres resistentes a oídio (Lt). La diferencia está en el calibre, G-GG, las dos primeras; mientras que Ingenyo tiene un mayor porcentaje de frutos con una GG. Por tanto con Ingenyo tenemos GG-G.
“Hay muchas variedades con G en el mercado, pero escasas que hagan una GG, y muchos agricultores lo demandan. Así que hemos querido cubrir dicha necesidad ofreciendo para este segmento pimientos de calidad y con ese extra de calibre”, describe Luis Twose.

Rojo brillante resistente a oídio
Tanto Luis como Isabel destacan a su vez el color de los frutos, un rojo brillante, muy atractivo. Variedad de entrenudo corto, potencia radicular y que viene además con la doble resistencia, tanto a ceniza (oídio) como a batatilla (nematodos).

El testimonio del productor
Mónica Romero, propietaria de esta explotación abderitana, situada en el paraje de Capilla, nos comenta que la finca está muy limpia, sin problemas de sanidad ni ataques de oídio. De hecho son pimientos bajo residuo cero que comercializa en la SAT Agroiris, con punto de recogida en el Puente del Río de Adra.
“Variedad fuerte de planta, sin problemas de ceniza, muy limpia y con buena producción. Los kilos son muy importantes, e Ingenyo responde. Le tenemos a la fecha recogidos 6 kg el metro”, señala Mónica, mientras muestra las copas que pronostican unas terminaciones generosas.

De panaderos a agricultores
Conocemos la historia de Mónica. Nos cuenta que procede de una familia con larga tradición en el mundo de las panaderías. Romero y Sánchez, panadería de horno de leña cercana a la plaza del mercado de Adra.
Cuando su padre, quien cultivaba estos invernaderos, se jubiló hace un par de años, ella y sus hermanas Encarni e Inmaculada decidieron continuar con la actividad agrícola paterna. Tres hectáreas invernadas donde se cultiva pimiento.
“La agricultura es muy sacrificada, tiene hoy día mucho papeleo y carga administrativa, pero es una profesión bonita”, expresa Mónica, mientras nos presenta a José Román, encargado de la finca, que ya trabajaba aquí con el padre y que ahora continúa con las tres hermanas.

Historias de nuestro mar de plástico, de un modelo familiar que lleva más de medio siglo reinventándose con éxito.