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El próximo mes de septiembre cumplirá un año al frente de esta cooperativa almeriense. Es Francisco de Ves Gil, presidente de Coprohníjar, sustituyendo en el cargo a Juan Segura. Antes ostentaba la vicepresidencia, puesto que ocupa ahora Joaquín Góngora, antiguo tesorero. Con Francisco analizamos las perspectivas de la próxima campaña 2023/24.
De Ves Gil entró en Coprohníjar en abril de 1991, miembro de la rectora desde 2001 hasta 2013 como vocal, y desde 2013 a 2022 como vicepresidente. Oriundo de Los Grillos lleva la agricultura en la sangre. Además es miembro del consejo rector de la cooperativa de segundo grado Anecoop, de la que Coprohníjar es socio desde 1992.
Campaña más retrasada
La próxima campaña 2023/24 será más tardía en el campo nijareño. Si lo habitual en la comarca es sembrar entre el 15 de julio y el 15 de agosto, un grueso importante de los agricultores de Coprohníjar, en torno a la mitad, retrasará sus fechas de trasplante para hacerlas entre el 20 de agosto y el 10 de septiembre.
Son dos las principales causas de este retraso de una parte notable de la producción. Por un lado, el rugoso, ya que se busca alejarse de las fechas de más calor; y por otro lado, buscando precio intentar alargar el ciclo productivo del tomate a los meses en los que mejor ha cotizado en los últimos años, es decir, entre enero y mayo.
“Evidentemente hay agricultores que han puesto ya tomate, en su fecha habitual, sobre todo mirando después a un cultivo de sandía en primavera; pero es cierto que entre el 40-50% ha retrasado su fecha de trasplante”, corrobora el presidente.
Análisis del tomate
Coprohníjar hasta hace unos años era sinónimo de tomate y sandía. Y lo sigue siendo, pero ha abierto la puerta a otros hortícolas diversificando su pizarra, como explicaremos después. Pero vamos a detenernos en la situación de su estandarte, el tomate.
“Por los costes de producción la tendencia ha sido a la baja en calibres pequeños. En el tipo cherry estuvimos hace unos años en 250 hectáreas y ahora en 150 ha. En cambio se asciende en otros tipos como el pera, donde alcanzamos las 50 hectáreas, e incluso en tipo cocktail donde hemos pasado de tener 7 hectáreas a subir hasta las 40 has. en la actualidad”, señala de Ves.
Pensando en problemáticas de sanidad vegetal, en este sentido el presidente de la cooperativa aconseja la contratación con Agroseguro: “Siempre recomiendo a los agricultores contratar un seguro frente a virosis, y más hoy día”.
Producción de sierra en verano
Recorremos las instalaciones dedicadas al convencional con Francisco de Ves y con Begoña González, de calidad, y observamos la confección de tomate que viene estos días de las producciones de interior, en la sierra. Aunque estamos a principios de agosto, Coprohníjar no cierra. Está abierta los doce meses.
“Son tomates de los agricultores que tenemos en Baza, allí hay diez, también en Játar, un par de ellos, y en Huéneja disponemos de una finca propia con 32 hectáreas para producir en esta época del año”, describe Francisco.
Producciones de pleno verano radicadas en localidades de la vecina provincia de Granada. En Baza 20 hectáreas dedicadas a cherry y a sandía, en Játar 6 hectáreas para cherry baby pera y en Huéneja son dirigidas a tomate, calabacín y sandía.
En el almacén de confección vemos cherry a granel para Inglaterra, y tarrinas de baby pera para Alemania, además de otros formatos.
Consolidación del ecológico
Preguntamos al nuevo presidente por los objetivos inmediatos de la cooperativa. Nos responde con rapidez a propósito del cultivo orgánico: “Consolidar el ecológico, afianzarlo, es un objetivo para la próxima campaña, ya que hemos crecido mucho en este segmento y ahora buscamos su estabilidad y consolidación”.
Hace 6 años en Coprohníjar apenas se contaban entre 15-20 hectáreas en ecológico. Cifra que ha subido hasta las 240 hectáreas actuales, cien de ellas en los últimos dos años.
El ecológico supone en torno al 65% de los números de la cooperativa, pero es una cifra que no se espera superar. Son pocos los agricultores que aún quedan en reconversión, y con los guarismos actuales se responde a la demanda del bio. Sin pretensiones que crecer más en este segmento para mantener un equilibrio entre convencional y ecológico.
La pizarra de ecológico de Coprohníjar es bien diversa. En tomate trabaja cherry redondo y pera (incluso baby en distintos colores), tomate rama y tipo pera. En pimiento california, tanto amarillo como rojo, una superficie estable de 20 hectáreas; en calabacín se ha subido hasta las 50 hectáreas; y también ascenso en pepino, 40 has.
“En pepino ecológico el agricultor puede hacer hasta tres cultivos. Del 15 de julio hasta el 20 de septiembre, desde finales de septiembre hasta últimos de febrero, y luego a partir de marzo”, describe de Ves Gil.
Mención aparte merece la sandía bio, que se ha convertido en referente en Coprohníjar: “Por primera vez este año hemos hecho más sandía bio que convencional. Estamos en 130 hectáreas de ecológico, lo que supone unos 8 millones de kilos, son sandías orgánicas con microsemillas”.
Otros proyectos de Coprohníjar
La pitahaya es un cultivo exótico que ha empezado a trabajar Coprohníjar. La confección se hace en la cooperativa Hortamar, ya que ambas comercializan esta fruta a través de Anecoop.
“La pitahaya hemos comprobado que se adapta bien a las condiciones del campo de Níjar. Tenemos ahora mismo 3 hectáreas repartidas entre 4 productores”, añade Francisco.
Otro proyecto es el de autoabastecimiento energético. En la nueva nave dedicada al bio se han instalado panales fotovoltaicos en los techos con el objetivo de generar energía para dicho almacén y más adelante también para el de convencional. Coprohníjar pretende rebajar su factura eléctrica un 60-70% y amortizar la inversión en 5 años.
Otras iniciativas están relacionadas con el uso del agua, implantando sistemas de sensores para optimizar su uso junto a la reducción del abonado.
Los números de Coprohníjar
Esta cooperativa almeriense, instalada en el núcleo de San Isidro del campo de Níjar, aglutina a 200 agricultores, entre socios y colaboradores. La mayoría están en esta comarca nijareña, aunque también cuenta en menor medida con productores en La Cañada y en Ruescas, además de Baza y Játar, en la provincia granadina. La superficie de cultivo se sitúa en unas 410 hectáreas.
El volumen de Coprohníjar ronda los 45 millones de kilos, y una facturación de 62 millones €.