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Después de cuatro años de puesta en marcha se ha conseguido el principal objetivo del sistema de trazabilidad de semillas hortícolas: frenar en España la multiplicación ilegal de semillas de tomate, especie en la que más se había replicado esta mala praxis. Hacemos balance de Vegtrace con Paco Petit, director técnico de Anove, entidad que ha impulsado esta iniciativa.
Antecedentes
Nos citamos en El Ejido (Almería) en uno de los semilleros que estuvo desde el minuto uno dando su apoyo a la creación de este sistema de trazabilidad impulsado por las casas de semillas. Se trata de Tecnobioplant. El gerente del semillero es Fernando de la Torre: “La competencia desleal ha concluido con la creación de Vegtrace. Por eso apoyamos desde su origen el nacimiento de esta iniciativa y a día de hoy la seguimos defendiendo y empujando”.
“Hace cuatro años había inquietud por desarrollar una herramienta de trazabilidad que apoyase a todos los eslabones en la protección de la identidad varietal y lo hemos podido desarrollar con éxito a través de Vegtrace”, añade Paco Petit, “que el productor tenga la seguridad de que la planta que trasplanta en su invernadero procede de la semilla comprada”.
Actores dentro de Vegtrace
Dentro de este sistema de Geslive, que es la filial de Anove dedicada a dar soporte técnico y jurídico a la obtención varietal, hay en la actualidad adheridas 9 casas de semillas: Syngenta, Semillas Fitó, HM.Clause, Hazera, Sakata, Nunhems, Rijk Zwaan, Vilmorin y Enza Zaden.
En cuanto a los semilleros inscritos hay un total de 59 por toda España, lo que incluye el norte del país, Extremadura, Canarias, Murcia y Andalucía. En concreto están el 100% de todos los semilleros que pertenecen a Asehor, es decir, todos los semilleros almerienses sin excepciones.
Vegtrace trabaja fundamentalmente en la protección de la semilla de tomate, que había sido la especie en la que años atrás se habían multiplicado semillas a través de los brotes secundarios mermando la calidad de plántula servida al agricultor. Aunque es el tomate el principal foco, también en Vegtrace hay en proporciones menores berenjena, sandía y portainjertos.
Agrocolor es la entidad que audita el sistema en todo el país, mientras que la labor de inspección la realiza Geslive por medios propios.
El código GVT
Muy someramente describimos el sistema, a su vez muy sencillo de comprender. “Cada vez que hay un pedido, se genera un número de pedido, GVT, que es Geslive Veg Trace (GVT). Y ese código numérico se transmitirá a toda la cadena: obtentor, punto de venta, semillero y agricultor”, describe Petit.
En ese GVT hay información de la variedad, número de lote o total de semillas, entre otros datos. También incluirá la fecha de entrada en el semillero. “Con el GVT los obtentores pueden saber dónde está la planta, en qué finca y con qué agricultor”, corrobora Fernando de la Torre.
Ventajas
Son varias las ventajas de este sistema de trazabilidad, único hoy día, y que recorre todos los eslabones de principio a fin.
En primer lugar se refuerza la imagen hacia el exterior de un sector más profesional capaz de garantizar el origen y calidad de las semillas hortícolas. En segundo lugar se acaba con prácticas desleales, mejorando la transparencia y siendo garante de que una semilla propicia una sola planta.
Otra ventaja es la calidad de la semilla que recibe el agricultor, intacta en su calidad y que no ha sido degradada por prácticas de multiplicación. Y por último, y no menos importante, este sistema de trazabilidad, que es de carácter voluntario, evita problemas sanitarios minimizando al máximo los posibles riesgos.
Sobre Tecnobioplant
Este semillero almeriense que luce en su entrada el indicativo de Vegtrace está situado en El Ejido sobre una superficie de 4 hectáreas, aunque en breve crecerá hasta alcanzar las 5,5 has. La ampliación es contigua a la actual infraestructura.
Tecnobioplant trabaja las distintas especies hortícolas, pero sus mayores volúmenes los realiza en tomate y pepino. En esta época de verano está en un momento de alta actividad, y en las próximas semanas llegará a cifras de entre 100.000 y 120.000 injertos diarios de tomate.
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José Antonio Arcos