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La producción de semillas hortícolas está deslocalizada en países como India o Perú, entre otros muchos. Sin embargo, en España también se producen semillas híbridas para firmas multinacionales. En la comarca de la Axarquía de Málaga está el mayor productor no solo nacional sino europeo. Es Huerta Valle Hibri2. Nos atiende el director gerente, Santiago Díaz.
Hace unos años visitábamos sus últimas instalaciones, 3,5 hectáreas situadas en la pedanía de Lagos. Ahora hacemos parada en la sede central, son otras 3 hectáreas ubicadas a escasos kilómetros del centro de Vélez-Málaga.
Las casas de semillas como clientes
Santiago nos quiere mostrar un nuevo laboratorio de patología vegetal y genética, una gran apuesta en inversión a la que se ha dirigido Huerta Valle Hibri2 para analizar todas las partidas de semillas con el fin de garantizar a sus clientes una total limpieza e inocuidad de las mismas. Los clientes de esta empresa productora de semillas no son los agricultores ni los almacenes de insumos, sino las propias casas obtentoras de semillas. Marcas muy conocidas que producen aquí esos híbridos precomerciales (los números que vemos habitualmente en las jornadas de campo) que posteriormente serán comerciales y se plantarán en invernaderos de medio mundo.
GSPP
Porque en este centro malagueño se producen semillas no solo para la agricultura española, sino para la de otros países europeos y de otros continentes. Actualmente están en trámites para obtener el sello GSPP que acredita las buenas prácticas agrícolas y culturales de Huerta Valle.
Aquí se producen anualmente tres toneladas de semillas. Un volumen ingente.
Libres de virosis y enfermedades
Y para garantizar la calidad y limpieza del material genético Santiago nos presenta a Paco Villanueva, virólogo y responsable del laboratorio, y a Yoli García, asistente de investigación. En pocos minutos nos describen el instrumental empleado, como las famosas PCR para detección de virosis y otras técnicas como ELISA, la identificación por crecimiento en placa o la hibridación molecular, ésta última técnica acreedora de un proyecto CDTI recientemente finalizado.
El trabajo de estos científicos es arduo, ya que su tarea se realiza en una empresa que puede llegar a contar con 400.000 plantas produciendo semillas. “Nuestros análisis son semanales. Un trabajo muy exhaustivo y constante”, señala Paco Villanueva.
Proyecto CDTI
Este virólogo malagueño nos explica la nueva técnica de hibridación molecular desarrollada a través de un proyecto CDTI y que en la práctica se traduce en una técnica más versátil y económica con la que se puede analizar en poco tiempo un gran número de plantas. “Detección múltiple y a escala. Miles de muestras simultáneas”, corrobora Villanueva.
Una sola muestra es capaz de detectar cinco distintas virosis, ampliable a futuro hasta una decena de ellas, incluso esta técnica se puede adaptar a cualquier nuevo virus emergente.
“En el laboratorio los compañeros han desarrollado una polisonda para detección de virus en cucurbitáceas”, resume Díaz.
Proyecto Horizon 2020
A este proyecto de investigación hay sumar otro más, actualmente vigente, un Horizon 2020 llamado Virtigation. En él participan 25 actores, entre empresas y centros tecnológicos de países de varios continentes. En representación de España está Huerta Valle, Tecnova, CSIC y CRAG.
En Virtigation se investigan virosis en tomate y cucurbitáceas para implementar estrategias que las mitiguen. Entre los virus sobre los que se trabaja destacar el Nueva Delhi (ToLCNDV) y el rugoso (TOBRFV).
Se buscan multirresistencias para inducirlas en material genético ya existente. Se estudian los vectores de transmisión, como mosca blanca en Nueva Delhi, para conocer mejor la interacción virus/vector. Este proyecto europeo también investiga métodos de desinfección, técnicas de cultivo, control integrado o pruebas de diagnóstico, por ejemplo en rugoso para saber si está o no activo.
Cruce de parentales para obtener híbridos
Durante la visita conocemos a Mari Carmen Llamas que nos habla sobre la trazabilidad de la producción de semillas y sobre sus distintas fases. “Aquí hacemos el cruce de los parentales para obtener las semillas híbridas”, señala, “y trabajamos durante el año en dos ciclos, el de otoño que arrancamos en agosto y finalizaba hace varias semanas, y en este momento el de primavera que se prolongará hasta el siguiente ciclo de otoño”.
Huerta Valle Hibri2 produce semillas hortofrutícolas de todo tipo de especies, pero principalmente pepino, pimiento, tomate y melón, siendo éstas dos últimas las que concentran mayor volumen.
De manera muy resumida la cronología sería así:
Primero la siembra en el semillero. 30 días después el trasplante en el invernadero. Otros 30 días más tarde se poliniza. Una hibridación o polinización que puede llevar entre 40 y 45 días. Durante el mes siguiente engorde y maduración de frutos. A continuación se recolectan, se trituran para extraer las semillas, se fermentan, se lavarán por decantación, se desinfectarán y llevarán a secado.
Desde que se siembra hasta que sale la semilla por la puerta de este centro malagueño hacia el cliente transcurren seis meses cuando son solanáceas, y cuatro meses en el caso de las cucurbitáceas.