Bajo las más de 32.000 hectáreas del ‘mar de plástico’ almeriense encontramos un mosaico de modelos agrícolas, ejemplos de adaptabilidad de los productores a las condiciones cambiantes del sector y a la búsqueda de la rentabilidad, sin la cual el empresario agrícola deja de serlo. Así se entienden que no sean aislados los casos de agricultores con infraestructura propia en su explotación agrícola, desde bancas para cepillar y limpiar pimientos, pasando por máquinas de flow-pack para pimiento o de retractilado de pepino hasta incluso cámaras frigoríficas a pie de invernadero.
Nos vamos a quedar con esto último porque cuando visitábamos recientemente a Valentín para conocer su cultivo de berenjena Olimpia, nos topábamos antes de marcharnos con su cámara frigorífica. Nos contaba su utilidad, ya que recolecta por la mañana, confecciona, seguidamente a la cámara para enfriar el producto a la espera de la llegada del camión, que hace la carga poco después.
La cámara de Valentín lleva el sello de SDC, Sistemas de Calor, como se observa en la imagen superior. Así a continuación hemos contactado con esta empresa almeriense, asentada en Roquetas de Mar, para conocer sobre ese modelo de agricultura en la que los productores cargan en la propia finca, emplean la cámara para enfriar, y de ahí a cliente final.
“Son agricultores que comercializan por cuenta propia, a partir de 7-8 hectáreas nos suelen pedir la instalación de las cámaras frigoríficas”, describe Antonio Cambil, director ejecutivo de SDC, “otras veces son también agricultores que son vecinos y se unen para comercializar juntos e instalan una cámara para integrarse en la cadena buscando valor añadido a su producción”.
Cambil explica que el suministro eléctrico en el campo a veces es deficitario por lo que recomienda hacer un estudio previo sobre el terreno: “En SDC nuestro estudio de ingeniería hace el cálculo de lo que necesita cada instalación, dependiendo del tipo de producto (especie hortícola), calendario de producción y fórmula de comercialización”.
Por ejemplo, hay productores que demandan un enfriamiento del producto muy rápido para cargar al día siguiente o en pocas horas, con lo cual requieren de gran potencia en la instalación frigorífica; y en cambio hay otros que trabajan el producto varios días en cámara y no requieren tanta potencia. No es igual la temperatura ideal de enfriado de un pimiento que la de una berenjena.
Sistemas de Calor realiza proyectos ‘llave en mano’ adaptando cada instalación a las necesidades particulares de cada empresario agrícola.
Opina por su experiencia Cambil que la tendencia en Almería es a encontrar a productores pequeños que se han ido haciendo medianos en superficie en los últimos años; y observa que los que eran medianos en número de hectáreas han ido creciendo poco a poco.
Uno de los propósitos estas cámaras es evitar la carga en caliente del producto. Los camiones frigoríficos mantienen el frío, pero no enfrían; así que la fórmula es cargar producto previamente preenfriado. En este contexto, preenfriado directamente en campo.
Ana Rubio