Biojoryal es una empresa almeriense especializada en tomate rama ecológico, asentada en la zona de Retamar. Cultiva en ecológico, pero el interés por conocerla no está en su producción orgánica, sino en su apuesta por la tecnología para llevar a cabo su actividad agrícola, desde una estación meteorológica hasta la implantación de nuevos sistemas de gestión de trabajo y productividad de los peones agrícolas. Esto último es bastante novedoso, así que la encargada de la finca, Ana Mª Pascual de Lallana, nos explica el cambio que ha supuesto este nuevo modelo desde su instauración hace unos meses.
“En la finca todo va más ágil y es más fácil la supervisión, además el trabajo es más eficaz”, señala esta encargada desde su mesa, mientras nos muestra el ordenador y nos dice que antes tenía que estar de una finca otra, perdiendo mucho tiempo y ahora todo lo controla desde el pc de las imágenes, que recepciona toda la información sobre las tareas agrícolas que se generan en la explotación.
Pero, ¿cómo es posible?
El Grupo Ridder, asentado en el PITA, está introduciendo en Almería su sistema Productive para optimizar los rendimientos del trabajo en el invernadero. Un sistema con dos versiones, terminales fijos o móviles; en el caso de Biojoryal emplea ambos, en su multitúnel gótico los terminales fijos y en el invernadero ‘raspa y amagao’ el móvil con teléfonos con conexión wifi.
“Quién, qué y dónde”, expresa gráficamente Francisco Alonso, director del grupo Ridder en España, para dar entender el concepto de estos sistemas de gestión laboral, “qué trabajador, qué tarea hace y en qué líneo de la finca está”.
Entramos en el invernadero multitúnel donde Ana María Pascual, la encargada, nos muestra los diferentes terminales fijos que hay al pie de los líneos. Nos explica las líneas maestras, muy intuitivas, del sistema Productive: nombre del trabajador, actividad (por ejemplo, pelar hojas), rendimiento (por ejemplo, plantas/hora), duración (tiempo) y hora de finalización.
“El trabajador llega hasta el terminal y pincha el reloj marcando así la hora de entrada”, empieza a describir Ana María, “entra en el líneo y cuando acaba, por ejemplo tras contar las cajas, va a la máquina/terminal para teclear el surco o número de líneo del que sale, a continuación teclea la actividad que ha realizado y por último pone el número de cajas”.
Ana nos comenta que si el peón se equivoca con el teclado, ella puede corregirlo rápidamente. “Productive es un sistema eficaz, que ahorra tiempo (desde la oficina lo puedo supervisar todo sin tener que ir de un sitio para otro) y ahorra también trabajo, ya que puedo observar en tiempo real lo que se hace en cada momento en el invernadero”, añade la encargada de Biojoryal.
Por último visitamos el invernadero de ‘raspa y amagado’ para conocer in situ el sistema Productive móvil (iScan), que no usa cableado para transmitir la información de las tareas, sino que emplea una red wifi. Nos acompaña a esta otra finca Fausto Ramírez, jefe de producto en Ridder, concretamente está centrado en el Productive.
Fausto nos muestra el dispositivo móvil, un sencillo Android, que llevan consigo los trabajadores en el invernadero. “Es un sistema móvil, basado en chapas; primero, qué actividad, qué hago, y en qué líneo”, nos va comentando al tiempo que despliega todas las chapas que por su nombre nos indican y dejan bien a las claras cómo funciona el sistema.
Chapas como las siguientes: quitar tallo, liar tomates, pelar hojas, sulfatar, coger tomates, coger caja negra, coger caja verde, curar tomates, barrer suelo, bajar perchas, tractor, limpiar pudrición, poner clip, plantar tomates, estiércol, sacar matas, blanqueo, limpiar almacén, cortar arena, cortar cabezas, poner perchas, limpiar goteros o quitar hierba.
Los trabajadores escanean estas etiquetas, con tecnología NFC, sobre cualquier de los tableros en las que están puestas y que están repartidos en diferentes puntos del invernadero.
“Cada actividad, una chapa. El trabajador se acerca a la tabla con el móvil y hace la lectura de la actividad que vaya a realizar en ese momento. Sencillo”, concluye Fausto Ramírez.
A su vez cada líneo está identificado con una chapa numérica en su entrada.
Ana Rubio