Keops Agro celebraba ayer una jornada de campo en una finca de Vícar para mostrar los ensayos de epigenética llevados a cabo en un cultivo de tomate pera. Francisco Javier del Águila, gerente de Keops, nos presentaba al propietario de la explotación, Juan José Hernández, ‘Ganvín’, para conocer acerca de los resultados del uso de prebióticos durante la actual campaña.
“La planta no está tan castigada, a como lo estaría sin estos tratamientos. No se ha parado con el invierno, se nota en el porte”, valoraba Ganvín, “y luego está la comodidad de usar estos productos sin toxicidad”.
Pero, ¿qué es la tecnología Epigen que está en la base de estos prebióticos o nutrientes diana que equilibran la planta frente a enfermedades?
“La epigenética es la expresión de los genes de los organismos, genes que pueden estar activos o inactivos. Está el genoma, pero la expresión de los genes es distinta dependiendo del entorno o de la alimentación y de ahí esa expresión diferenciada. Nosotros con la alimentación podemos incidir tanto en los microorganismos beneficiosos como en los patógenos”, describía Francisco Javier del Águila.
Esos metabolitos, esa alimentación son nutrientes desarrollados específicamente para activar una levadura, una bacteria o un hongo beneficioso. “Son alimentos diana que formulan una expresión. Qué le gusta a un organismo para que se exprese”, explicaba del Águila.
Son los prebióticos que conforman el catálogo Epigen Technologic de Keops, bajo marcas comerciales como VittaClean o Paramon. Por ejemplo éste último, usado por el agricultor Juan José Hernández en su invernadero es un prebiótico encargado de estimular microorganismos beneficiosos de la familia Hypocreaceae, que a nivel de planta la equilibra para autodefensa ante mildiu y brotytis, y a nivel de fruto logra una mayor vida poscosecha.
El invernadero del ensayo es propenso a sufrir condiciones de humedad y a tener problemas, sobre todo de botrytis, pero con los tratamientos prebióticos Juan José ha podido tener el cultivo bajo control.
Pero además de actuar sobre los microorganismos beneficiosos, como comentábamos al inicio, los prebióticos desarrollados por esta empresa almeriense también se dirigen a servir de tapón y freno a los patógenos.
“Por ejemplo, si nitrogenas en exceso la planta puede ser más propensa a una botrytis. Así que si alimentamos la planta pensando en la relación nitrógeno/potasio y lo hacemos para que esté más balanceada hacia el potasio – y no se trata de ningún fungicida –, conseguimos que ese alimento sea menos apetecible a una botrytis (hongo patógeno), reduciendo así la incidencia de enfermedad”, esgrimía el gerente de Keops, “una comparación muy gráfica para que se entienda. Es como si a un herbívoro le damos un filete de carne, su estómago no está preparado para digerirlo y si se lo come, como mínimo le va a dar una colitis”.
El prebiótico hace que el patógeno no se desarrolle, que se quede en forma de espora esperando su momento, es decir, su alimento y las condiciones ambientales.
Keops Agro trabaja desde hace años en la investigación y desarrollo de prebióticos para activar y alimentar a los probióticos que ya están en el campo, en la propia naturaleza. “Nutres bien para no tener un daño”, señalaba Francisco Javier.
Se busca un equilibrio trabajando con prebióticos y probióticos, intentando crear un entorno, pero “si se hacen rotaciones en las que se mezcla con productos tóxicos que van contra ellos, cortas el ciclo. Ese equilibrio que se ha conseguido, desaparece”, añadía.
La jornada de ayer tenía una segunda vertiente. Viagro, como distribuidor de Keops, promocionaba tanto en la finca de tomate como en una anexa de berenjena su línea Orion de fertilización. Orion es un soporte biológico que actúa como transportador de nutrientes de alta eficacia, activando los procesos bioquímicos y la microbiología del sistema radicular.
Se mostraron los resultados de algunos fertilizantes líquidos, como Ceres o Egeo.
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