AVA-ASAJA denuncia que “los gobiernos valenciano y español dejan morir al sector agrario” y la Comunidad Valenciana lidera el ranking nacional con 162.902 hectáreas baldías
Los agricultores valencianos dejan de cultivar en 2020 una superficie equivalente a cinco campos de fútbol al día
Un estudio de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) elaborado a partir de la nueva Encuesta ESYRCE del Ministerio de Agricultura revela que la superficie agrícola de la Comunitat Valenciana desciende en 2020 un 0,83% respecto al año anterior, es decir, en 1.335 hectáreas. Este balance permite concluir que los agricultores valencianos dejan de cultivar 3,6 hectáreas al día, una superficie equivalente a cinco campos de fútbol.
AVA-ASAJA lamenta que la Comunitat Valenciana continúa ostentando el triste honor de encabezar el ranking nacional de tierras agrarias baldías con 162.902 hectáreas. Las comunidades autónomas que le siguen en superficie no cultivada son Castilla-La Mancha (161.075 hectáreas), Castilla y León (127.297 Ha), Andalucía (126.144 Ha) y Aragón (108.634 Ha), todas ellas a pesar de contar con mucha mayor extensión geográfica. España en su conjunto alcanza las 1.027.534 hectáreas yermas tras incrementarse este año en un 1,18%.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, explica que “este proceso implacable de campos no cultivados es consecuencia directa de la insostenible crisis de rentabilidad que atraviesan los agricultores españoles y, de manera aún más dramática, los agricultores valencianos. Es la prueba del algodón, la evidencia de que la cadena agroalimentaria falla y se rompe por el eslabón más débil, el del productor, porque no recibe precios dignos. Además de la superficie abandonada, saltan las alarmas por el envejecimiento récord de la población agraria –por encima de los 63 años de media en la Comunitat Valenciana– y la falta de relevo generacional al frente de las explotaciones agropecuarias”.
Sin embargo, a juicio de Aguado, “la clase política no quiere actuar de verdad para solucionar la situación límite del campo, ni siquiera después de proclamar su papel esencial a la hora de suministrar alimentos durante la pandemia del Covid-19. Los gobiernos valenciano y español dejan morir al sector agrario sin aportar medidas de calado. Hablan mucho de emergencia climática pero no defienden el futuro de un colectivo que es fundamental para preservar el territorio y el medio ambiente. Hablan mucho de proteger la huerta pero se olvidan de proteger a las personas que la mantienen cultivada. Hablan mucho de cuidar a los animales pero se desentienden de los ganaderos. Hablan mucho de agricultura pero muy poco de los agricultores”.
Los cultivos valencianos que más superficie han perdido en 2020 son el viñedo (1.100 hectáreas menos que en 2019), los cítricos (556 Ha menos, que bajan 1.786 Ha en el caso de las mandarinas) y el caqui (la reducción de 282 hectáreas supone un punto de inflexión en su tendencia al alza). También cabe destacar el retroceso en producciones con baja rentabilidad como la patata (-82%), la alcachofa (-47%), la cebolla (-46%), el tomate (-16%), la sandía (-8%), el melocotón y nectarina (-7%), el albaricoque (-6%) o la granada (-4%). Por el contrario, la demanda mundial sigue elevando el interés por alternativas como el aguacate (+45%) y el kiwi (+30%).