La Escuela Agraria de Vícar está de estreno con nuevas instalaciones en el municipio vicario. La pandemia, anterior a la inauguración del presente curso 2020/21, sirvió para adecuar las obras del nuevo centro a los tiempos de la era Covid, de modo que los edificios y aularios se han adaptado desde el minuto 1 a todos los protocolos de higiene y prevención que se dictan. Hace pocos días conocíamos en el Poniente almeriense estas nuevas infraestructuras de la mano de Vellsam, empresa encargada de los programas de nutrición vegetal que se implementan en las tres hectáreas de invernaderos de esta escuela agraria.
Paco Valverde, director de la escuela, nos hizo un minucioso recorrido por este antiguo cortijo convertido hoy día en moderno centro de formación agraria. El pasado año ya estaban en funcionamiento los invernaderos, pero no ha sido hasta este curso cuando se ha completado toda la obra con los edificios administrativos y con los aularios donde se dan las clases.
También nos acompañaba durante la visita una antigua alumna de la escuela, Nerea Vargas, que recientemente hizo sus prácticas en Vellsam donde acaba de entrar a trabajar. Y de esta empresa especialista en nutrición vegetal, José Ángel Triviño y María Castillo Zamora, vinculados estrechamente a la escuela agraria, cuyos invernaderos sirven en la práctica para Vellsam de centro de experimentación y ensayo de diversos programas nutricionales.
Pero siendo Vellsam una de las empresas colaboradoras de la Escuela Agraria de Vícar, no es la única. Ahí están también compañías como Biosur, en control biológico; Tecnomendoza, en riegos; Sur Seeds, en semillas; Confimaplant, como semillero; o Novihum, como empresa especialista en mejora de suelos agrícolas. Además la escuela se ha adherido, como socio, a la cooperativa roquetera de Hortamar para canalizar su producción.
‘Plant Power’ es un plan equilibrado de abonado, en formato gel (se concentra más que un líquido), que están probando en estos invernaderos de la escuela desde hace unos meses. Este gel cristalino NPK lleva un dispersante que le permite estar en el bulbo húmedo de la raíz. “No se lava y siempre está a disposición de la planta. Hay 5 formulaciones NPK para cubrir todos los ciclos y las diferentes necesidades”, me comentaba el técnico comercial de Vellsam, José Ángel Triviño.
Estuvimos hablando sobre todo de la 7 (nitrógeno) 0 (fósforo) 21 (potasa) específica para el engorde de frutos, ya que con esta formulación se mejoró el calibre de los pimientos de las fotografías, pasando de M a G+.
Muy someramente nombrar las otras formulaciones, como 33.5.5. alto de nitrógeno para crecer; 7.20.7. alto el fósforo para enraizamiento y floración; 17.17.17 mantenimiento y equilibrio; 4.16.28. para engorde y floración.
Pero no son los únicos ensayos, correctores de los problemas de calcio con Vellca Plus (pinchar aquí para leer más sobre este calcio acomplejado con ácidos carboxílicos) o el uso de una potasa ecológica como Vellpotassium Eco para contrarrestar el envejecimiento de la planta. Son programas que se van implementando en esta finca, sirviendo de aprendizaje para los alumnos y de centro experimental para Vellsam.
“Todo lo que tenga relación con la nutrición vegetal es desarrollado por Vellsam”, describía el director de la escuela Paco Valverde, “y la empresa también puede presentar aquí los resultados de sus ensayos a sus clientes”.
Un recorrido por el centro
En el itinerario por el que nos condujo Paco Valverde pudimos ver un vivero, recién finalizado, para las prácticas de los estudiantes en hortícolas y ornamental. Muy cerca irá un huerto escolar ecológico, de lo poquito que aún no está terminado.
Alrededor de los invernaderos observamos setos, compuestos por lobularias, adelfas, etc, para promover el control biológico por conservación. También hicimos parada en el cabezal de riego y toda la infraestructura que se emplea para las tres hectáreas invernadas. Hay una estación depuradora de aguas residuales y también se optimiza la gestión del agua con recogida de pluviales hacia una balsa.
La escuela agraria cuenta con un taller agrícola para maquinaria, laboratorios para análisis de suelos, identificación de plagas y enfermedades, etc y en el futuro para otras tareas como análisis de alimentos o de las propiedades organolépticas de los frutos. Y por supuesto los aularios donde se cumple con celo con los protocolos Covid con los que nos hemos familiarizado todos.