Recuerdo en mis años universitarios en Pamplona cómo la borraja era una de esas verduras tradicionales que llenaba las ollas para combatir los meses de frío con buena salud. Era borraja de la ribera de Navarra, pero también de La Rioja y Aragón. Esta verdura tan típica y apreciada en estas tres regiones españolas; sin embargo, es desconocida en otras zonas del país. Estos días atrás Claudio Picó, delegado comercial en el valle del Ebro y País Vasco de Intersemillas, me enviaba un buen puñado de fotografías tomadas en campos de producción de borraja en la provincia de Zaragoza.
Me explicaba ayer Picó que la borraja en estas comunidades ha aumentado su consumo, ya que se cultiva todo el año (la semilla de borraja Movera para primavera y verano y la variedad Flor Blanca para siembras de otoño e invierno) y que no solo está presente en la cocina tradicional, sino que también es ingrediente fundamental en la nueva cocina. Dicho lo cual abrimos con este post una pequeña ventana para su divulgación.
Claudio Picó es un enamorado de la borraja desde que se arrimó a la agricultura con 17 años. Han pasado ya muchas décadas manteniendo una relación especial con este cultivo. Hoy día Picó trabaja con productores locales del área de Zaragoza para cuidar la calidad de la semilla en la borraja, aportando Intersemillas un parental y haciendo Picó un seguimiento pormenorizado para mantener la pureza varietal, evitando así diferentes problemas como los de germinación.
La borraja Movera, la de los meses de calor, se recoge alrededor de 45 días después del trasplante. La mayor parte de los productores trabajan con los viveros, aunque la siembra directa también se realiza en la borraja que va para industria. Cuando hablamos de borraja para el segmento de industria hay que pensar sobre todo en Navarra, comunidad en la que convive con el fresco.
La borraja es una verdura unida estrechamente al valle del Ebro. No hay cifras oficiales, pero podríamos estar hablando de unas 150 hectáreas, sumando su cultivo al aire libre con el de invernadero.
Y es que la borraja también se cultiva en invernadero, buscando marcos de plantación más densos, que proporcionen más tallo y mejoren la rentabilidad del cultivo.
Claudio Picó me hablaba de varios productores de Zaragoza, que tienen su propio almacén o industria y que se encargan directamente de la venta, muchas veces a conocidas cadenas de supermercados. Agricultores que recolectan la borraja, la lavan y envasan en fresco en sus propias instalaciones en bandejitas, bien troceadas o enteras, y de ahí al lineal.
Ojalá no haya que viajar a estas provincias para poder consumirla y se empiece a popularizar fuera de Aragón, Navarra y La Rioja. Contribuimos con nuestro granito de arena a través de este post para que se vaya conociendo por el resto de España.