España va cambiando de fases según avanza la desescalada. El país poco a poco va dirigiéndose hacia esa llamada “nueva normalidad” y muchas de las actividades que han estado completamente confinadas estos meses atrás comienzan ahora a despertar. Sin embargo, el sector primario sigue donde estaba, trabajando a diario.
Hace días me llamó Pedro, un agricultor murciano de Ramonete, perteneciente al municipio de Lorca. Allí a lo suyo, recolectando tomate para alimentar a la población. Me mandó unas fotos hechas in situ dentro del invernadero, en un momento en el que paró para hablar unos minutos conmigo. El tomate que cultiva Pedro se destina mayoritariamente a mercado doméstico, consumo nacional.
Agricultores de Ramonete como Pedro, como otros agricultores de Lorca, como los del resto de Murcia o como sus vecinos de Almería, Granada, Málaga y así un largo etcétera de todas las provincias y regiones de España están hechos de una madera diferente a la de otras profesiones. Son hombres y mujeres que llevan en el ADN el espíritu del esfuerzo porque han nacido en el trabajo y no saben ni de subvenciones ni de ayudas ni de rescates. Se hacen así mismos cada mañana, al igual que sus plantaciones van allanando el día a día y creciendo al mismo tiempo que lo hacen sus cultivos. Por eso merecen un respeto especial y toda menciona a su labor se quedará siempre corta.
Pedro es productor de tomate verde y también productor de calabacín. Va cambiando de ciclo según la época del año y en el calendario de los meses no queda ni uno libre. Ya sea en su invernadero de malla (chiringuito) o bien en su invernadero de plástico Pedro no descansa. De ahí que insista en este post en la fortaleza del agricultor, ese valiente que vive expuesto a todo tipo de virus (virosis de plantas, de precios y hasta de indiferencia) y sin el cual no se puede construir ninguna sociedad. Es inmune a muchas cosas el homo agrícola. En Pedro se pueden ver reflejados gran parte de los agricultores españoles.
Por dejar algunos datos de la variedad de las imágenes se trata de tomate Carbonero, un cuello verde de Semillas Fitó. Variedad de vigor medio/alto, de entrenudo corto y porte abierto.
Pedro destaca de este tomate “el color y el calibre GG”. Carbonero es un tomate liso de color verde oscuro con hombros muy marcados, forma redonda y calibre G-GG que se mantiene durante el ciclo. Bonito color pintón. Destaca por su buen viraje en poscosecha terminando con un rojo intenso.
Para leer más sobre Carbonero os dejó en el siguiente enlace el artículo publicado sobre su presentación hecha el año pasado en Águilas (pinchar aquí).
Ana Rubio