El proyecto de CASI Aeropuerto crece. En su día fueron más de 11 millones de euros en equipamientos e inversión para automatizar un almacén con un grado de tecnificación sin parangón. Ahora se ha avanzado en esta línea con la incorporación de nuevos sistemas (software y mecánica) para optimizar costes y ganar valor añadido, como ocurre con la maquinaria de calibrado inteligente diseñada para los tomates de sabor de la cooperativa. De este modo el cliente puede tener seguridad de que la calidad del tomate CASI es uniforme, constante y sin sorpresas.
Para conocer todo esto, este pasado martes se organizaba una visita con periodistas y prensa especializada que consistía en un recorrido por las instalaciones, haciendo especial incidencia en el calibrado inteligente por visión espectral que permite clasificar tomates según tamaño, color, peso y grados brix.
Cada fruto recibe alrededor de 40 fotografías para ser calibrado. Una moderna maquinaria que ha requerido una inversión de un millón de euros.
Marmandes con una misma calidad
El jefe de almacén, Francisco del Águila, explicaba a los presentes cómo con este calibrado inteligente se separa por color (más rojo o verde), por posibles defectos, por diámetro (calibre MM-M-G-GG) o por grados de azúcar. Así, los asurcados de entre 5/6º brix se envasan bajo la marca Cabomar, entre 6/7º con la marca Pitako y a partir de 7º en adelante como Adora, llegando en este segmento a alcanzar algunas mediciones los 11º brix.
“Con el proyecto del tomate Adora llevamos 2 años y hemos logrado un mismo sabor, un mismo formato, una misa calidad”, expresaba el presidente de la CASI, Miguel Vargas, “garantizamos al consumidor que lo que se le da es siempre un tomate con la misma calidad”.
Un recorrido por las instalaciones
Los periodistas pudimos recorrer la planta sótano, donde se lleva a cabo el aprovisionamiento, y la primera planta donde se desarrollan las tareas de manipulado. CASI Aeropuerto supone 42.000 metros cuadrados de instalación. Las cámaras frigoríficas ocupan 3.000 m2.
Una planta sótano con ocho muelles de descarga para los agricultores. Desde el inicio se hace un primer control de calidad, que tendrá continuidad con un segundo control más adelante. También en esta planta sótano están las máquinas lavadoras de embalajes de plástico y se hace el almacenaje de los envases de cartón. Entre plantas, suben los tomates y bajan las cajas.
En la planta superior la confección y empaquetado. Hay tres calibradoras: para calibre grande; pequeño; y para lisos, tomate Rebelión y otras especialidades.
Novedades en CASI
Más allá del calibrado inteligente la jornada sirvió para debatir sobre temas de actualidad y para conocer los últimos proyectos en los que se ha embarcado la cooperativa. Por ejemplo ha creado como marca gourmet de sabor Flamenko, que incluye cherrys y que está abierta a otras referencias que se distingan por su sabor Premium.
CASI posee también diferentes exclusivas como el tomate Rebelión, de Vilmorin; o el tomate rosa, Tinkwino, de Nunhems. Además ha lanzado una línea de cuatro colores en asurcados, iniciativa que está siendo muy bien recibida en los mercados escandinavos.
En cuanto a asuntos de actualidad se abordó la actual situación del cultivo de tomate en Almería, que ha decrecido en superficie en las últimas campañas; aunque no ha ocurrido así en el caso de CASI, según apuntó el gerente Antonio Domene. De hecho, este año en relación al anterior se ha incrementado en torno a un 9% el volumen de kilos, especialmente en rosa, asurcado y rama. Esto se explica porque ha crecido el número de agricultores que trabajan con CASI como terceros. También han subido los que son terceros socios colaboradores, e incluso se han incorporado algunos socios. En CASI coexisten las siguientes figuras: tercero, tercero socio colaborador y socio de pleno derecho.