Semillas Fitó ha presentado en el Campo de Cartagena su nuevo calabacín Leonardo, una variedad de muy fácil manejo, con un completo paquete de resistencias, muy productiva en los meses de otoño e invierno y que da un fruto uniforme, compacto, con color verde oscuro y un brillo que transmite frescura, ideal para el mercado de exportación.
Cerca de 350 agricultores, técnicos y comerciales de cooperativas del Campo de Cartagena han asistido a las Jornadas de Calabacín de Semillas Fitó, donde se ha podido ver en campo la calidad y el enorme potencial del nuevo calabacín Leonardo. Las jornadas se han celebrado a mediado de enero en un invernadero de la localidad de Dolores de Pacheco, en Torre Pacheco (Murcia), en el que se ha plantado esta nueva variedad especialmente destinada para exportación.
Leonardo es un calabacín para siembras de octubre a diciembre, recogiéndose desde finales de noviembre hasta mediados de primavera. Destaca, en primer lugar, por ser un calabacín de muy fácil manejo en el invernadero. La planta es de vigor medio-alto y posee un porte erecto, es abierta y con entrenudos cortos. Las hojas tienen un tamaño pequeño que facilita la aireación y polinización. Con este porte de planta tan abierta se aumenta la sanidad del cultivo y se minimizan los problemas con enfermedades fúngicas como oidio o botritis. Es una variedad muy productiva y su resistencia a oídio y a CMV favorecen tanto la calidad de los frutos, como la productividad de la planta durante todo su ciclo, especialmente en los meses de otoño e inverno.
Calidad, color y brillo que trasmiten frescura
En cuanto al fruto, Leonardo es una variedad que gusta y que va a ser una referencia en el mercado para la exportación. Tiene todo lo que busca el productor y exigen los distribuidores, como es un fruto recto, alargado y sin estrías, con un color verde oscuro. Sorprende su brillo, que le da un aspecto de “frescura” y de recién recolectado, algo muy positivo para los compradores. El fruto es muy uniforme y denso en su interior, aumentando su peso y ofreciendo una excelente postcosecha. Además, la flor apical se desprende con facilidad y tiene un cierre pistilar pequeño.
Todos los presentes en las jornadas pudieron comprobar que esta variedad ofrece un muy fácil manejo y que se adapta perfectamente a las características del Campo de Cartagena, danto producción y calidad de fruto en todo el ciclo, por lo que será una variedad con muy buenas perspectivas para la próxima campaña de calabacín.
José Antonio Arcos