Hazera celebraba ayer en el municipio de Níjar una jornada de campo para comprobar el comportamiento de su variedad tipo rama, Sotomayor, en zonas frías de esta comarca almeriense. Si el pasado año Hazera desarrollaba un evento similar en invernaderos nijareños con una climatología más benigna, esta campaña ha querido trasladar la jornada a fincas más complicadas, sobre todo con temperaturas mínimas más bajas, para comprobar así la buena adaptación de este tomate a diferentes condiciones de cultivo.
El primero de los invernaderos visitados se asentaba en el paraje de La Pared, trasplantado sin injertar el 10 de agosto y con una primera recolección el 12 de octubre. Hasta el momento el agricultor le lleva 4 kilos, el metro. Anabel Pérez, técnica comercial de Hazera en el Levante de Almería, destacaba “la buena piel de este tomate frente al microcracking, el rajado y los manchados”.
Tomate Sotomayor es una variedad de planta equilibrada y bien regulada indicada para ciclos cortos de producción. Un tomate que es precoz y que mantiene en todos los frutos del ramo un calibre G uniforme, un calibre gordo que es el que demanda el mercado.
Entrenudos cortos. “Esto lo miramos mucho los agricultores, que un ramo se junte con el otro y que se pueda llegar al alambre con 8/9 ramos para que sea así productivo”, enfatizaba el agricultor Juan Rodríguez.
La segunda finca que ayer se visitó se ubicaba en otro extremo de la comarca, cerca de la Venta del Pobre, en el paraje La Lancha. Una plantación más tardía que la anterior, del 20 de agosto. Maki Giménez, técnica de Megasa, comentaba el calibre G “en ramos uniformes”; y su compañera Mari Nieves, “el cuaje con calibre” de Sotomayor.
Una variedad de Hazera con buen cuajado de frutos con calor y con una elevada producción, ya sea para recolección en rama o en suelto. Un tomate además con buena conservación y aguante.