Adiós 2018. Resumen agrícola del año

España, agricultores como provincias, cada zona productora tiene su particular idiosincrasia. Durante estos últimos 365 días Ana y yo, bajo la bandera del Agro Auténtico!, hemos recorrido buena parte de las comarcas agrícolas de la Península Ibérica, incluida Portugal, e incluso hemos hecho nuestros primeros pinitos más allá de los Pirineos.

Se nos va el año. Así que en este post haremos un breve retrato sobre cómo son los productores del campo español en las provincias que hemos recorrido. Con la promesa de que en 2019 seguiremos rastreando éstos y otros territorios y dando voz y visibilidad a los hombres y mujeres que hacen posible la profesión más noble, la agricultura.

Almería es como Dalías, un lugar en el que se forja la luz. El ‘modelo Almería’ encumbró un modelo familiar que ha resistido durante medio siglo, con sus haberes y deberes, y que ha sido el mejor ejemplo a seguir en aquellas agriculturas de toda España que han querido salir adelante con los activos del emprendimiento, la innovación y la profesionalidad. Aunque los retos y obstáculos son grandes – no lo son más que en el pasado – el futuro del ‘modelo Almería’ estará en manos de sus agricultores, acostumbrados a no esperar nada del exterior del sector, tendrán que seguir reinventándose y adaptándose a cada nuevo tiempo. Con fatiga, pero con la promesa de recoger pan y miel.

Granada es hoy día el modelo familiar en estado puro. Una costa salpicada desde La Rábita hasta La Herradura por pequeños productores que con poca tierra son capaces de alimentar a sus familias y exportar a toda Europa alimentos sanos y seguros, pero no solo de hortícolas (siendo pepino y cherry las principales referencias) sino también de tropicales. En estas últimas semanas la “crisis del pepino” ha rasgado el corazón de muchas de estas familias. Una dialéctica de precios en la que el productor siempre es el más perjudicado. Por desgracia será un asunto que copará muchos de nuestros artículos de 2019.

En Málaga su comarca más agrícola es la Axarquía, pero en ella el turismo residencial del norte y centro europeo más el de sol y playa propio de esta provincia desplaza cada día más al agricultor profesional. En Málaga la agricultura es lo que en Almería el turismo, pero a la inversa, actores secundarios. Llama la atención cómo antiguos invernaderos de tomate se están reconvirtiendo en fincas de mangos bajo plástico. En la comarca este tropical junto al aguacate son los que más crecen y gozan de mejor salud.

En Sevilla hay que hablar de Los Palacios y Villafranca donde el tomate grueso se defiende, se cuida y se mima. Los agricultores sevillanos son como los sevillanos, gente que sabe defender como nadie lo suyo, quererlo y promocionarlo. Lo que nos falta a los andaluces de la zona oriental que no nos sabemos vender. En los Palacios los productores te abren las puertas de sus fincas de par en par, lo que siempre despierta simpatía y empatía. Cultivos muy diversos en el Bajo Guadalquivir, desde arrozales pasando por el olivar o la remolacha hasta los hortícolas.

Cádiz es una provincia diversa. Desde los cultivos de zanahoria de Arcos de la Frontera pasando por los berros de agua en Jerez, las fresas de Conil o las patatas blancas de Sanlúcar de Barrameda. Especial cariño nos despertó la colonia de la Algaida formada por pequeños agricultores, especialistas en calabacín blanco, y que nos hicieron sentir como en casa.

Huelva es el paraíso de las berries. Tierra de agricultores profesionales que miran hacia Europa y que tienen que lidiar con los mismos problemas que en Almería y Granada, esto es, alimentos perecederos con muchas exigencias burocráticas y demasiados protocolos para después liquidar precios en origen en el límite con los costes de producción.

Los hombres y mujeres del campo extremeño están dotados de una especial nobleza. Este 2018 hemos ido a Badajoz en invierno y en verano, con frío para repetir por tercer año seguido en su feria de Don Benito y con calor para conocer in situ las producciones de hortícolas de industria. Además es el paraíso de la ciruela, fruta que han empezado a exportar a la lejana China.

La vecina Portugal requiere páginas y páginas, sobre todo si se recorre de sur a norte como hemos hecho este verano. Pero en este resumen me detendré en Santarém y en sus kilómetros y kilómetros de su afamada pera Rocha. Aunque hablábamos en portuñol, una curiosa mezcla de portugués y español, nos entendíamos a la perfección porque describían problemas que también suenan a este lado, como bajos precios, elevados costes de producción, falta de mano de obra o difícil relevo generacional.

Galicia es sinónimo de proximidad. Cultivos al aire libre y bajo abrigo de pequeños agricultores que reivindican la calidad de sus producciones y que tienen el favor de sus vecinos que como consumidores están dispuestos a pagar un poquito más por llevarse a la mesa un producto local. Galicia Calidade es mucho más que un slogan, es una realidad que se aprecia en sus patatas, en sus lechugas o en sus tomates.

En el otro extremo del Cantábrico, el País Vasco es cuna de producción ecológica y de fincas autosostenibles. Pequeños minifundios que se enroscan al paisaje escarpado en entornos muchas veces bucólicos.  Al igual que en Galicia se aprecia la proximidad y se huye del low cost.

En el centro peninsular Madrid tiene su pequeña huerta en Villa del Prado, principalmente destinada a tomate y pepino en meses de calor. Y más al sur La Mancha con sus melones piel de sapo y cada vez más también con sus sandías. Allí son grandes productores, el cooperativismo es muy pequeño y el mercado está abonado a los marquistas. Otro cultivo importante es la cebolla, muy vinculada a la provincia de Albacete.

Y de regreso al Mediterráneo está la región de Murcia, rica y diversa. Todo tipo de frutales (sobre todo melocotón y nectarina), cítricos (principalmente limón), brásicas, cultivos de hoja y hortícolas y los dominadores absolutos de la uva de mesa, habiendo sido capaces de generar valor añadido a un producto que antaño estuviese muy vinculado a Almería y que hoy día está dominado por productores murcianos y alicantinos. Murcia es emprendedora, profesional, con sobrada vocación exterior y capaz de trabajar e invertir sin depender de la llegada o no de subvenciones, ¿nos suena, verdad?

Más al norte la Comunidad Valenciana vive su particular reinvención agrícola. En sus tres provincias los cítricos son el esqueleto, pero dependiendo de cual se observe se complementan con los granados y el brócoli de la Vega Baja de Alicante, con el kaki de Valencia o con la alcachofa de Benicarló en el Bajo Maestrazgo de Castellón. En cualquier caso los cítricos están en una aguda encrucijada con las naranjas de terceros países que arrastran a la baja los precios, los hortícolas en Valencia son minoritarios, al igual que también lo es la famosa chufa. El turismo y el boom inmobiliario han arrinconado a la agricultura valenciana que ahora quiere reivindicar su espacio e importancia como elemento vertebrador de la comunidad.

Finalmente acabamos en Cataluña, sobre todo mirando a la provincia de Barcelona, varias veces visitada este 2018. Está el Maresme y el Llobregat. Similar comentario al expresado antes sobre Valencia es aplicable aquí, los productores profesionales son minoritarios, aunque bregan por hacerse oír bajo la sombra de la gran urbe. En las vecinas Lérida y Gerona la fruta dulce, ya sea de hueso o de pepita, también tiene otra batalla con un contrincante aún más complicado: el mercado y su presión de precios a la baja.

Ya fuera de la Península, un recuerdo a nuestro viaje a Europa del Este realizado en septiembre. Serbia se nos descubrió como un país acogedor que está saliendo del letargo de la guerra convirtiendo la agricultura en un sector estratégico. Vimos producciones de patata, zanahoria, maíz dulce, manzana, uva de vinificación y nos enamoramos de sus paisajes y de sus músicas tradicionales a orillas del Danubio.

Por último, Berlín y el Retail Center de RZ. La capital alemana es inspiradora de tendencias y marca la demanda del consumo, ahí están sus urban farming y sus granjas verticales.

En 2019 prometemos más. Feliz entrada de año.