Este sábado visitábamos en Barcelona el mercado del barrio El Carmel, en la zona alta de la capital catalana. Un barrio muy popular en el que se celebraba una gran degustación de cremas a base de verduras de otoño, en un evento organizado por el Gremio de Mayoristas de Frutas y Hortalizas de Mercabarna (AGEM) y el Gremio de Detallistas de Frutas y Hortalizas de Barcelona. Mayoristas y detallistas de la mano dando ejemplo de que la promoción del consumo es tarea de todos.
Ana y yo pudimos saludar a Jaume Flores, presidente de AGEM; a su homólogo en el gremio de detallistas, Tino Mora; y también al representante de los fruteros de El Carmel, Manuel Moreno. Todos ellos defendieron que las fruterías de los mercados de barrio – hasta 40 en la ciudad de Barcelona – trabajan por poner en valor algunos de sus rasgos identitarios, como la cercanía y el trato con el consumidor, y además están introduciendo innovaciones como son los productos elaborados in situ, en el propio establecimiento.
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Vayamos por partes. Primero describiré el programa del mercado de otoño, y posteriormente explicaré cómo algunas fruterías han incorporado nuevos productos, ya sean zumos exprimidos en el momento o verduras asadas.
La campaña de promoción llevada a cabo en El Carmel, “Guía de Tardor”, tenía como gran maestra a la chef María Espín que elaboraba más de 700 de cremas en una gran degustación popular para el disfrute de los vecinos que visitaban el mercado de este barrio barcelonés. Mi favorita, la de castañas; y la de Ana, la crema de setas. También muy singular la crema de boniato con un toque de café, y por supuesto la siempre sabrosa crema de calabaza.
Una actividad lúdica en la que también se realizaban talleres gastronómicos para niños, un modo de acercarlos desde pequeños al mundo de los alimentos y a su elaboración.
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Tino Mora me explicó que dentro de su gremio hay asociadas 250 empresas detallistas. Me refirió los 40 mercados de barrio de Barcelona, unos 175 en toda Cataluña; y la pedagogía que comparten con el gremio de mayoristas de inculcar hábitos saludables entre los consumidores. Un ejemplo de dicha tarea promocional es la «guía tardor”, una guía de otoño repartida entre los visitantes de los mercados de barrio de Barcelona con recetas e información sobre frutas y verduras de temporada como castañas, boniatos, calabazas, membrillos, caquis, granadas, chirimoyas o mangos.
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La frutería de Manuel Moreno es una avanzadilla del camino que están recorriendo los fruteros de la capital catalana innovando y dispensando nuevos productos a sus clientes. Así, esta frutería ofrece zumo de naranja recién exprimido. Además, y en línea con un consumo más sostenible, si el cliente trae la botella de casa, el precio del zumo es más barato. Manuel Moreno ha reformado su frutería y ha incorporado, además de la exprimidora, un horno para elaborar productos. Ana pudo retratar algunas bandejas de boniatos asados, pero también se asan pimientos, alcachofas, castañas y otros productos.
Nuevos servicios, pero también una mayor conciencia por el medio ambiente. Manuel Moreno ha sustituido las bandejas de plástico por las de cartón. El siguiente paso será introducir envases biodegradables.
Ana Rubio