Por camión desde el municipio de Titel, perteneciente a la provincia de Voivodina, al norte de Serbia, rumbo a Rusia. Algo menos de una semana de viaje para llenar los mercados rusos de manzanas balcánicas. Con el veto de Putin interpuesto hace unos años a las importaciones de frutas y hortalizas de la Unión Europea, otros países del este europeo son los que están abasteciendo al país más grande del mundo, entre ellos Serbia.
Nuestro recorrido por esta fascinante nación se detiene ahora en la fruta de pepita. Visitamos de la mano de Vellsam al mayor productor del país que posee casi 250 hectáreas, medio centenar de ellas jóvenes plantaciones y las restantes 200 en producción de diversas variedades de manzana, siendo las cuatro variedades predominantes Golden Delicious, Gala, Greeny Smith y Red Delicious.
Vellsam aplica programas completos de nutrición en estas producciones de fruta de pepita. Nos detallan, por ejemplo, las herramientas para la mejora de sistemas radiculares con los que optimizar la absorción de nutrientes.
La finca pertenece a una empresa familiar que ha ido creciendo paulatinamente e invirtiendo en nuevas naves e infraestructuras. Nos atienden con exquisita amabilidad varios responsables, aunque es Milan el que nos conduce por las instalaciones haciéndonos un pormenorizado recorrido por las mismas.
Milan nos describe cómo las manzanas llegan directamente del campo a las cámaras del almacén donde se implementan tratamientos poscosecha atmosféricos. En el momento de la visita podemos ver frutos de la variedad Gala. Manzanas que una vez salen de la cámara tienen una vida útil en torno a los dos meses.
Las nuevas instalaciones tienen capacidad para absorber 24 millones de kilos. Modernas líneas de envasado con una capacidad, por ejemplo, de 15 toneladas por hora. Según nos explica Milan, se han invertido dos millones de euros en modernas líneas de envasado con calibradoras capaces de discriminar las calidades de la fruta por golpes, heridas en la piel, etc. Una sobresaliente inversión en maquinaria con sensores, azules y rojos, que analizan la calidad interna de las manzanas para poder discriminar las calidades con mínimos márgenes de error.
La anterior campaña esta empresa cerró con un 85% de primeras categorías y un 8% de segundas. El porcentaje restante se destinó a industria.
La modernización de la comercializadora es tal que se puede medir en distintos parámetros, entre ellos los costes en personal. Así, hace dos años se requerían 60 trabajadores para confeccionar siete toneladas por hora; pero en la actualidad con la nueva maquinaria con 30 empleados se consiguen 24 toneladas/hora.
Es Milan quien nos habla de la exportación a Rusia que supone el 90% de todo el tonelaje. Los volúmenes restantes se reducen a otros destinos minoritarios como Dubai, envíos por avión.
Ya en campo Ana puede retratar a un grupo de trabajadores en plena faena de recolección. El trabajo en la finca se prolongará hasta el mes de noviembre habiéndose sucedido desde agosto – momento en el que arranca la campaña – las distintas recolecciones desde Gala pasando por Golden, Red Delicious o Greeny Smith. Pero en una explotación de tales dimensiones, la mayor de Serbia, hay todo tipo de variedades, como también Braeburn, Fuji, Jonaprince, Red Chief o Geronimo.
En campo dimos buena cuenta de algunas piezas de distintas variedades con diferentes matices en la boca, unas nos resultaron más crujientes, otras más duces y otras más ácidas. En manzanas, hay para todos los gustos.