El viajero que se cuele en un supermercado de nuestro vecino luso encontrará pocos productos españoles, salvo que se dirija a la sección de frutas y hortalizas donde sí son frecuentes los artículos que proceden de las andaluzas Granada y Almería. Lo curioso es que hay que leer la letra pequeña para conocer el origen foráneo, no así con las hortalizas portuguesas que se distinguen con claridad al estar resaltadas por carteles fácilmente visibles al consumidor.
Estos días atrás nos adentrábamos en varios supermercados de distintas localidades de la región sur de Portugal, el Algarve. A estos establecimientos pertenecen las instantáneas.
Tomate de Almería de distintas tipologías, tanto pera como rama, suministrado por varios clientes, alhóndigas y también cooperativas del Poniente almeriense.
Además pepino de la costa de Granada, el conocido pepino mini y la popular marca MyCubies, de Rijk Zwaan. Familiar también nos resultó la berenjena negra, no por su origen que es portugués, sino por su variedad, como es Cristal, de Fitó, referida en el propio etiquetado de la caja.
Y de Marruecos, la judía verde, añadido que casi no habría que reseñar por no ser noticia.
El melón piel de sapo gana terreno en Portugal
Nuestros vecinos portugueses consumen mayoritariamente melón blanco, el famoso melón branco do Ribatejo, que hoy día se produce principalmente en la zona del Alentejo.
Sin embargo, el melón verde o piel de sapo, nuestro melón español, cada vez gana más protagonismo, tanto en supermercados y fruterías, como en los propios restaurantes donde se sirve cada vez con más frecuencia en las comidas.
Creo que la fotografía de las dos cajas contiguas de branco y piel de sapo es buen ejemplo de su oferta equiparada en algunos supermercados. También había melón amarillo de piel rugosa, y en la familia de los cantaloup frutos con corteza dorada.
Finalmente en el apartado de sandías, llamaba la atención la generalidad de calibres pequeños tanto en negras como en rayadas.