Materiales de menor calibre en relación al formato estándar y con consistencia y prolongada vida útil poscosecha. Son las dos grandes líneas que resumen el catálogo de Hazera en sandía, casa comercial que reúne esta semana en el campo de Cartagena a numerosos clientes de carácter internacional.
Hoy martes se daban cita en la “Discover & Taste Hazera’s Watermelons & Melons” productores y comercializadores de otros países, junto a representantes de la distribución. Un evento con dos escenarios. Por un lado, una gran vitrina, emulando los lineales de la distribución; y por otro lado – ya en el exterior – un campo de pruebas y ensayos de sandías al aire libre, donde se podía comprobar el comportamiento agronómico de los materiales que también se exhibía en el interior.
Mini triploides para exportación
El concepto de sandía personal ha sido uno de los que mayor interés ha despertado. Son sandías mini que como su nombre indica tienen un peso sensiblemente inferior al de los calibres tradicionales. No se trata de polinizadores, sino de sandías triploides, según explicaba José Manuel López, miembro del equipo de desarrollo de Hazera.
Destacan en esta gama de sandías de exportación, que vienen a responder a nuevos modelos y hábitos de consumo, tres variedades, como son la negra Lynx, la rayada Ocelot y la tipo crimson Extazy. Lynx de un peso situado entre 1,7 y 2,3 kg; Ocelot con algo más de peso, entre 2 y 2,5 kg; y finalmente la más kilera, Extazy de 2,5 a 3,5 kg.
La gama Tiger Sweet
Hazera dispone de abundante material en sandía atigrada, con un color de vetas más oscuro que el de las rayadas blancas. Es una línea o gama llamada Tiger Sweet, que se caracterizan también por ofrecer calibres inferiores, pensadas para el canal exportador.
En esta gama, que inauguró en su día la clásica Leopard (3-3,5 kg), hay tres importantes novedades como son Cheetah (2,5-3 kg), Margay (3,5-4,5 kg) y Numbat (3-3,5 kilos).
Catas de melón y sandía
En este evento de Hazera los visitantes profesionales también pueden comprobar la evolución de la fruta en catas tanto de sandía como de melón. Tarrinas con diferentes fechas de corte, de modo que el profesional puede testar la evolución del sabor y de la dureza de la carne.
“Carne consistente, crujiente y con mucha vida poscosecha”, apuntaba José Manuel López, “característica tanto en melón como en sandía, ya sea en los materiales comerciales como en aquellos que se encuentran en fase de desarrollo”.
López también destacaba en melón algunas novedades precomerciales como un innovador cantaloup de corteza dorada. Poscosecha en una variedad especialmente vistosa en su aspecto externo. Además del nuevo galia Sabrosón, homogeneidad, sabor y aroma. “Alcanza su mejor bocado y aroma días después del corte”, añadía López, refiriéndose a Sabrosón.