Esta mañana han empezado a llegar a La Rábita y el Pozuelo la maquinaria y operarios enviados por la Administración central para el desmonte de los invernaderos de esta zona de la costa granadina de Albuñol. El dispositivo ha venido acompañado por Guardia Civil para impedir el acceso de los propietarios de las fincas a sus explotaciones.
Los operarios, enviados por la Dirección de Costas, han empezado el desmonte de un invernadero en producción, como se observa en las imágenes. La Guardia Civil impide el acceso a los agricultores para evitar incidentes. Situación difícil a esta hora en la costa granadina, ya que los productores observan con impotencia e indignación cómo ha empezado a ejecutarse el derribo de sus invernaderos.
Desde la Plataforma de Afectados sostienen que el acto del derribo que se lleva a cabo no es conforme a ley. “No hay orden judicial para el invernadero que están tirando, no se nos ha comunicado, así que habrá que pedir responsabilidades llegado el momento”, explica el presidente de dicha plataforma, Antonio Castilla.
El primer invernadero que está siendo derribado pertenece a un joven matrimonio de agricultores que lo tienen en producción. “Es muy triste, la familia con dos hijos pequeños está desesperada, con los tomates cherry llegando al techo y viendo cómo les están echando abajo su invernadero, su único modo de vida”, añade el presidente.
Antonio Castilla hace un llamamiento a la calma, pese a la situación tan dramática que están sufriendo 117 familias de la costa de Granada que llevan largo tiempo defendiendo las fincas con las que el gobierno de España les compensó tras la trágica ríada de 1973. «Somos gente pacífica y lamentamos la injusticia que se está cometiendo con tantas familias de pequeños agricultores«, añade.
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Testimonio de uno de los afectados
Acaba el día y completamos esta crónica que arrancábamos esta mañana. Las fotos que compartimos a continuación nos las ha enviado uno de los afectados, Antonio, un agricultor que ha perdido su producción de berenjena. Apenas le había dado tres cortes a un cultivo trasplantado en septiembre.
Junto al suyo ha sido también desmontado el invernadero de un matrimonio vecino que tenía en producción tomate cherry.
Esta tarde Antonio ha tenido que pedir autorización para entrar en su finca y poder recoger utensilios, herramientas y aperos agrícolas. Su indignación es máxima, más si cabe después de que le hayan notificado que no solo ha perdido el invernadero, sino que además tendrá que pagar el desmonte del mismo, en torno a 6.000 euros.
Mañana jueves, a priori, continuarán los operarios enviados por Costas con la demolición de otros invernaderos de la zona comprendida entre La Rábita, El Pozuelo y Huarea.
Ana Rubio