En la mesa Ana y yo coincidimos con tres socias y un socio, mayoría femenina. Juan Miguel Amezcua, uno de los socios fundadores de SAT Costa de Níjar, y tres agricultoras, como Lidia López, María Dolores Moreno y Mª Consuelo Fenoy, que fueron reconocidas por su labor – junto al resto de socios, hasta un centenar, que conforman esta sociedad agraria de transformación – que ayer conmemoraba sus 20 años de vida. La mesa que compartimos, cien por cien nijareña, la completaban María José Granados y José Segura.
Temas de conversación del terruño más auténtico, como el crecimiento experimentado en la comarca gracias a la agricultura, el esfuerzo que hay debajo de cada cubierta o el papel de la mujer para obrar el milagro de nuestro campo. También hicimos un recorrido por lo más etnográfico de Níjar, como sus barros, sus jarapas, su gastronomía o las fiestas populares de sus múltiples pedanías.
Juan Miguel me estuvo hablando de la virosis. Esta campaña está siendo la más virulenta en su incidencia. Este agricultor ha tenido que arrancar dos hectáreas de tomate. La preocupación máxima. Por eso uno de los miembros del equipo técnico de Costa de Níjar, Gervasio Tapia, reclamaba en una charla previa en las instalaciones de la SAT la necesidad de llevar a cabo una parada biológica en los meses de verano. Esta problemática, que ya hemos abordado en otros artículos de este blog (pinchar aquí para leer más), la estuve comentando con el propio presidente de la cooperativa, con otros técnicos y con varios agricultores más que han sufrido en sus fincas la incidencia vírica propiciada por un ciclo de doce meses, que no acaba, y que provoca que las plagas no se corten. De ahí que la solución apuntada por todos ellos fuese la misma: paro biológico en verano.
Reciclaje de plásticos, valorización de restos y aprovechamiento hídrico: sostenibilidad
Coincidiendo con este XX Aniversario de SAT Costa de Níjar el técnico Gervasio Tapia ofreció una charla en la que estuvo presente el consejero andaluz de Agricultura, Rodrigo Sánchez Haro; la alcaldesa de Níjar, Esperanza Pérez, y su concejal de Agricultura, Manuel Moreno; el delegado de Agricultura José Manuel Ortiz Bono, o la delegada de la Junta en Almería, Gracia Fernández, entre otras personalidades.
Gervasio habló de valorización de restos vegetales (un vídeo muy ilustrativo en el que el agricultor José Manuel Ruiz incorporaba entre líneos los restos de poda de tomate), destacó la apertura en Níjar de un punto de Cicloagro para la recogida de plásticos de solarización, manta térmica y mallas; remarcó el empuje del ecológico en Costa de Níjar, que continúa creciendo y cuenta con un almacén de manipulado propio, separado del convencional; describió con cifras (socios, superficie y volumen) la estabilidad que vive esta comercializadora en las últimas campañas; y enfatizó la cuestión hídrica, desde la vertiente de su mejor aprovechamiento, por un lado (la SAT apuesta por el fertirriego de precisión) y demandando agua de mayor calidad, por otro lado, para poder diversificar más la gama de productos que hoy día trabaja esta empresa nijareña.
El agua y el puerto seco de Níjar
Y es que el agua fue redundante en los distintos parlamentos. La alcaldesa Esperanza Pérez reclamó un trato igualitario en el precio que los agricultores tienen que pagar por el agua desalada. Puso como ejemplo las subvenciones recibidas en Murcia para pedir a continuación que los agricultores de Níjar puedan recibirlas también para no tener que padecer un sobrecoste en sus explotaciones por el uso de agua desalada.
Por su parte el consejero del ramo de la Junta de Andalucía, Sánchez Haro, manifestó el “empeño” de su Administración por reducir el déficit hídrico en Almería, con el aprovechamiento tanto de los recursos convencionales (aguas superficiales y subterráneas) como no convencionales (desalación o aguas residuales regeneradas). Añadió que reivindicará al Estado unas infraestructuras “no sólo necesarias, sino imprescindibles” para el futuro de los regadíos del Levante y del conjunto de la provincia.
Ambos representantes coincidieron además reivindicando la construcción del futuro puerto seco de Níjar, que estaría operativo en 2020. Una iniciativa que el Consejo de Gobierno de la Junta declaró el año pasado como actuación de interés autonómico, conectando con el tan esperado Corredor Mediterráneo.
En síntesis el puerto seco sería un área logística con terminal ferroviaria de mercancías y acceso directo a la futura línea del Corredor Mediterráneo que el Estado, lamentó el consejero, “ha diseñado con una sola vía” entre Almería y Murcia. Para Sánchez Haro, esto último es “del todo insuficiente”, en la medida en que “no satisface ni la demanda que tiene ni la que tendrá en un futuro la comarca de Níjar”.
SAT Costa de Níjar en cifras
Costa de Níjar comercializa, entre otras hortalizas, tomate (13.404 toneladas), sandía (8.560 toneladas) o pepino (2.023 toneladas) con el mercado internacional como principal destino (Francia, Alemania, Reino Unido, Holanda, Austria, Polonia…). Con unas modernas instalaciones cuenta con una ayuda aprobada para 2017 de 684.706 euros para financiar su programa operativo (para una inversión de 1.334.411 euros), un 10% más con respecto a 2016, lo que evidencia su apuesta por la adaptación de la producción a la demanda, la competitividad y la sostenibilidad.
La SAT cuenta con un centenar de socios, con 200 trabajadores y casi 200 hectáreas cultivadas. Destaca el empuje del segmento ecológico, acercándose ya al medio centenar de hectáreas. De hecho, la totalidad de su pepino y berenjena están en orgánico.