Ayer fue un día intenso. Arrancaba la novena edición de la feria madrileña (de momento no me he perdido ninguna) de un modo distinto al de otros años. La firma biotecnológica COMPO Expert me invitaba a participar en una mesa redonda de debate sobre los retos del sector agro en la actual era digital. Como público profesional había productores y técnicos españoles y del continente americano.
La mesa era moderada por Roger Plana, director de marketing de COMPO, y estaba compuesta por personas que representábamos zonas agrícolas muy diversas, como Víctor Falguera, socio de AKIS (consultora agroalimentaria, especialista en frutales y muy vinculada a Aragón y Cataluña); Juan García del Moral, director de AGER (firma especialista en teledetección, sobre todo vía satélite y con drones, y que trabaja activamente en zonas como La Rioja); y Miguel Ángel Herguedas, socio de Integral Media (consultora digital asentada en Madrid y dedicada al social media marketing en el sector agroalimentario). Por cierto a Miguel Ángel y a su socio Jorge G. de Opazo tuve la oportunidad de conocerlos en persona después de años tratándolos en el mundo digital.
Con estos mimbres cada uno expuso su experiencia personal en un sector agrícola especialmente heterogéneo. El relato puede ser muy distinto, dependiendo de cada región y de cada actividad agrícola. En Almería y costa de Granada especialmente dinámicos son los grupos de agricultores de WhatsApp y Telegram, también los grupos agrícolas en Facebook o el uso del móvil debajo de un invernadero. Práctica cotidiana. Esta cultura digital del productor no es tan habitual en una viña o en un frutal, cada caso tiene su idiosincrasia, pero lo cierto es que el presente y futuro solo pasa por el uso de las nuevas tecnologías para estar en la vanguardia de un sector que arroja a la cuneta a aquellos que no son competitivos.
Entre el público muchos técnicos y la pregunta de hasta qué punto en su día a día son agrónomos 2.0. Y hasta qué punto la tecnología es determinante o no en el control de una explotación agrícola. Ejemplos muy reales los hay en segmentos como el fertirriego, en el control climático de un invernadero o en las analíticas de nutrientes in situ a pie de campo. Son herramientas de una ‘agricultura de precisión’ que es sinónimo de exportación y de apertura de mercados. Desde luego que para el autoconsumo casi amateur no es necesario implementar la tecnología, pero si hablamos de un plano profesional no hay alternativa. No podemos volver a la cueva.
Hubo numerosos ejemplos en esta primera mesa de debate de COMPO. Juan García del Moral explicó cómo en La Rioja se activó una red de monitoreo online para evitar la proliferación de pudriciones en la viña y saber así cuándo había que tratar. Un ejemplo efectivo de cómo se puede compartir información a través de las nuevas tecnologías con una evidente utilidad agronómica.
Hoy jueves y mañana viernes se prolongará este formato de EXPERT TALKS quién, cómo… y cuándo con otras temáticas. Hoy jueves a las 11 horas en el expositor de COMPO Expert, situado en el Pabellón 5 C 07, habrá una nueva mesa de debate en la que otros ponentes debatirán sobre el uso de bioestimulantes, microorganismos y nutrición foliar; esta tarde a las 16 horas se hablará de la distribución agrícola en el horizonte de 2015; y mañana viernes, última jornada de Fruit Attraction 2017, se cerrará este novedoso formato de transferencia de conocimiento con un debate sobre la gestión agronómica de las grandes explotaciones.
En este ecosistema digital cada vez más conectado y globalizado tenemos que tomar conciencia de las virtudes, beneficios que nos aportan las herramientas y tácticas del agromarketing online.