El proyecto Bloster genera 5 nuevos biopesticidas frente a plagas

Son nuevas herramientas para el agricultor que responden a las exigencias de la distribución europea. El proyecto Horizon 2020, Bloster 2015-17, llega ahora a su recta final después de dos años de arduo trabajo investigador, fruto del cual se han concebido nuevos biopesticidas para frenar trips, áfidos, mosca blanca, nemátodos y hongos.

A veces ocurre que la acción investigadora, cuando es de ámbito mixto (público-privado) aborda retos a medio y largo plazo que no responden a una demanda inmediata de la agricultura, sino a escenarios futuros. Sin embargo, en esta ocasión el proyecto Bloster contesta a una cuestión de plena actualidad, como es la de las limitaciones de tratamientos y materias activas reclamadas en los últimos años por las cadenas europeas de supermercados. Unas exigencias comerciales que reducen las herramientas con las que los agricultores pueden hacer frente a plagas y enfermedades. En este contexto hay que situar un ambicioso proyecto como Bloster, único concedido para investigación de biopesticidas en Europa, con un presupuesto de casi 1,9 millones de euros y en el que participa la compañía almeriense Kimitec Group.

La enseña andaluza comparte tarea con el CSIC de Madrid, el CITA de Aragón y la Universidad de Sevilla, en calidad de partner científico-tecnológicos. En este momento se está en la fase final, ya que el proyecto concluye en diciembre, en trabajos de elaboración del dossier previo al registro de estos nuevos productos. Se trata de una  innovadora gama de biopesticidas contra mosca blanca, pulgones, botrytis, trips y nemátodos.

 “Bloster tiene como objetivo global el diseño, optimización y producción de una nueva generación de biopesticidas multifuncionales de origen natural, fruto de la aplicación de procesos biotecnológicos en el tratamiento de la botánica; marcando la diferencia con los pesticidas convencionales de síntesis a eficacia, homogeneidad, versatilidad y multifuncionalidad”, explica Omar Santana, investigador de Kimitec Group.

Por tanto, estamos ante un proyecto de éxito que se materializará en breve en la generación de una nueva gama de biopesticidas – con mejores eficacias que los químicos convencionales – que han empleado como materia prima una planta española endémica que se ha adaptado a las condiciones de Almería.

“Las últimas fases han sido la de validación en condiciones reales de campo y semi-campo con alta infestación de la plaga/enfermedad de la eficacia de los formulados diseñados”, describe Omar Santana, y la “elaboración de un dossier para pre-registro y registro que incluye toda la información relacionada con la documentación, procesamiento de la materia prima, proceso productivo, formulación, composición química, resultados de ensayos de laboratorio, resultados de ensayos de campo y pruebas toxicológicas”.

Capítulo aparte merece atención el borrador del futuro reglamento europeo de biopesticidas. Asunto crucial,  ya que la lentitud de la regulación europea supone una desventaja competitiva que sufren los agricultores de la UE frente a otros productores que se benefician de legislaciones más ágiles, como las de algunas zonas de producción del continente americano. Halladas las herramientas y soluciones para el agricultor, labor propia de los investigadores, hay un último peldaño, el trabajo burocrático-administrativo que puede suponer una ralentización de los hallazgos del laboratorio. Pero de legislación hablaremos más adelante. Hoy no toca.

The Bloster project generates 5 new biopesticides against pests

There are new tools for farmers to respond to the demands of the European distribution. The Horizon 2020 project, Bloster 2015-17, now reaches its final stretch after two years of hard research work, resulting with new biopesticides designed to curb thrips, aphids, whitefly, nematodes, and fungi.

Sometimes it happens that the research action, when it is of mixed scope (public-private), addresses medium- and long-term challenges that do not respond to an immediate demand of agriculture, but to future scenarios. However, on this occasion, the Bloster project answers a current question completely, like the limitations of treatments and active substances claimed in recent years by European supermarket chains. Commercial demands that reduce the tools farmers can use to deal with pests and diseases. For this reason, they had to make an ambitious project like Bloster, which was the only one granted to research bio-pesticides in Europe, with a budget of almost 1.9 billion €, and with the participation of the Almerian company Kimitec Group.

The Andalusian education shares a task with the CSIC of Madrid, the CITA of Aragon, and the University of Seville, as a scientific-technological partner. At this time it is in the final phase, since the project concluded in December, of preparing the dossiers prior to the registration of these new products. One is an innovating range of biopesticides against whitefly, aphis, botrytis, trips, and nematodes.

 “Bloster has a global objective of design, optimization, and production with a new generation of multifunctional biopesticides of natural origin, as a result of applying biotechnological processes in botany treatments. By doing that, we get a difference with the conventional pesticides of synthesis regarding effectiveness, homogeneity, versatility, and multifunctionality”, explains Omar Santana, researcher of Kimitec Group.

Therefore, we are just moments before a successful project that will be materialized shortly in the generation of the new range of biopesticides – with better effectivenesses than conventional chemistries – that have used an endemic Spanish plant as raw material which has adapted to the conditions of Almeria.

“The last phases have been validation in real field and semi-field conditions – with high pest/disease infestation – of the effectiveness of the formulations designed”, describes Omar Santana, and “an elaboration of dossiers for pre-registration and registration which includes all the information related to the documentation, process of raw materials, productive process, formulation, chemical composition, results of laboratory tests, results of field trials, and toxicological tests”.

A separate chapter merits attention to the draft of the future European biopesticide regulation. Crucial, because the slowness of European regulation is a competitive disadvantage suffered by EU farmers compared to other producers who benefit from more agile legislation, such as some production areas in the American continent. Finding the tools and solutions for the farmer and the researchers’ own work, there is also a final step, the bureaucratic-administrative work that could slow down the process of findings in the laboratory. But regarding legislation, we will speak more about this later. Not today.