Los productos de kilómetro Cero o proximidad están al alza. Detrás de ellos hay una corriente conceptual basada en un universo de marketing que intenta seducir al consumidor apelando a sus sentimientos. Frutas y hortalizas de proximidad con un transporte de corta distancia desde el origen a la mesa o incluso con puntos de venta en el propio campo.
Durante el congreso internacional, Prognosfruit 2017, que finalizaba ayer en Lleida y que era organizado por WAPA y Afrucat se analizaba esta temática de la mano de varios ponentes venidos de Francia, donde es una tendencia consolidada desde hace bastantes años, y de Alemania, donde ha comenzado a tener notoriedad en los últimos tiempos.
Roman Vollmar, jefe de producto de la empresa francesa Pomona, creada en 1912 y con 10.400 empleados en la actualidad, puso en valor la marca con la que defienden las frutas y verduras de su región (Fruits & Légumes de ma Région). Alrededor de 1.300 productos locales que aglutinan a medio centenar de cooperativas galas.
Cercanía física, pero también virtual. A través de los códigos QR el consumidor francés puede acceder a amplia información sobre el productor, ya que éste pone a disposición del cliente final una ficha con datos sobre su finca, su superficie o sobre la historia personal del propio agricultor. Incluso Pomona ha elaborado 300 vídeos de sus productores con el objetivo de crear vínculos a través de la transparencia y cercanía entre ambas patas de la cadena.
Por su parte, Stephan Weist, representante de REWE Group, explicó que hasta 2005 en Alemania el sector hortofrutícola se basaba en la política de precios; pero de manera progresiva desde entonces hasta ahora ha comenzado a ganar cuerpo el mercado de lo local.
Stephan Weist habló de los “valores emocionales” que hay detrás del concepto de lo local, que se sitúa como sinónimo “de ecológico y vertebrador de la economía local. El consumidor entiende que al estar más cerca es más fresco, y confía más en los agricultores que viven próximos”.
Weist pronosticó que el segmento del Kilómetro Cero tiene aún recorrido para crecer más en Alemania, “pero si se respeta el concepto y no hay un aprovechamiento del mismo”, haciendo a continuación referencia al hecho de que lo local se puede convertir en una excusa para subir precios y desnaturalizar su propia esencia, “sino se controla”.
De momento, REWE ha creado una marca ‘REWE Regional’. La compañía ha deslocalizado la política de precios en el segmento de la proximidad. “Hay responsables de compra de ámbito local y regional que negocian con el propio agricultor”, añadía.