Berenjenas todo el año y en ecológico

Doce meses, los 365 días del calendario. Los Martín son una familia de Vícar que lleva una década en el cultivo ecológico. Una explotación pequeña, ejemplo del modelo familiar almeriense, asentada junto a la antigua N-340 y en la que el matrimonio formado por María Encarnación y Juan, junto a su hijo José, representan un símbolo, la verdadera identidad y ADN del campo almeriense.

Modelo familiar de agricultores. Solo saben trabajar y cultivar buenas hortalizas. Me los presentaba hace unos días Ángel Juárez, que lleva la dirección comercial en Andalucía Oriental de Nostoc Biotech, una empresa de bioagricultura que ha apostado por el llamado ‘modelo Almería’ y que ya cuenta en Almería y costa de Granada con una red de técnicos, entre los que se encuentra su compañero y antiguo alumno de EFA Campomar, José Francisco González, que aparece también en algunas de las imágenes.

Los miembros de Nostoc querían mostrarme cómo una plantación vieja de berenjena, puesta el verano pasado, puede mantenerse dando buena producción y sanidad de planta, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de un cultivo ecológico, esto es, limitado en usos y herramientas. Y por su parte Juan quería mostrarme cómo se puede ser un buen agricultor ecológico dentro del mar de plástico almeriense.

“El ecológico es un gran cambio respecto al convencional. Los problemas no se solucionan rápido, hay que ir por delante de ellos. Vigilar, estar encima de las plantas”, describía este veterano agricultor que comercializa a través de Mj Agroasesores.

“En mayo se iba a quitar la cosecha por falta de cuajes y de engorde de fruto, por pudriciones y problemas de pulgón”, añadía el técnico de Nostoc, José Francisco González, “pero hemos ido dando soluciones a las pudriciones, al oídio, hemos regulado el cultivo y estabilizado la plantación (fijadores de fósforo y potasio) y hemos logrado prolongar el cultivo con buena floración, cuaje y engorde de frutos”.

Berenjenas negras desde agosto de 2016 hasta agosto de 2017. Le pregunté a Juan Martín cuál era su idea, si va a prolongar más el cultivo o va a rotar en breve. “La idea es mantenerlo hasta finales de octubre”, respondía, y después me comentaba que todo dependerá de los precios a los que cotice la berenjena orgánica durante las próximas semanas.

Ángel incidía en ello. Ahora el agricultor, aún siendo de ecológico, puede determinar hasta cuándo y dónde lleva su producción; el factor limitante ya no es tanto agronómico como de precios agrícolas. Ángel me fue explicando que paulatinamente Nostoc – sinónimo de humus de lombriz líquido – ha ido ampliando su catálogo en los últimos meses incluyendo herramientas para la estimulación, como aminoácidos, y como algas del Atlántico para el desarrollo de frutos. Un catálogo con más patas: abonado y fertilización, protección y también estimulación. “El objetivo es la campaña total, disponer de todas las herramientas que el agricultor pueda necesitar”, subrayaba Juárez.

Antes de irnos le pedí al agricultor que fuese él mismo el que me definiese con sus palabras estos meses de primavera a verano en su cultivo de berenjena: “La vida de la mata se ha revitalizado el 100%, solo hay que ver el color. Nuevos cuajes y nuevos frutos con calidad”.

Amablemente le pedí a Juan Martín que posase en una última fotografía. Un agricultor almeriense que nos abría amablemente las puertas de su finca. “¡Qué sea el mismo quien las cierre con esa misma amabilidad!”, le exclamaba agradeciéndole la generosidad y atención prestadas al tiempo que pulsaba mi cámara. El resultado ahí está.

Buena gente como ésta es la que debería ser embajadora de nuestra tierra y de nuestro modelo de vida. No hay que buscar fuera lo que ya tenemos dentro. Del invernadero.