El otoño y el invierno son para Almería y el verano para Murcia. Es lo habitual en el cultivo de pimiento, aunque la propia norma tiene excepciones, algunas de las cuales se van generalizando hasta que puede llegar el momento en el que pueden dejar de ser ejemplos simbólicos. Me estoy con ello refiriendo a la producción de pimiento en el campo almeriense en los meses de más calor. Las imágenes de este mes de julio pueden servir de testimonio.
Emilio Crespo es un joven agricultor abderitano que produce pimiento en Balerma (El Ejido). Con este verano lleva ya tres consecutivos recolectando california durante los meses en los que la mayoría está solarizando y posteriormente trasplantando la finca. Un ciclo similar al de Murcia, pero en el Poniente almeriense.
Emilio estará recolectando hasta finales de agosto o principios de septiembre para después limpiar la tierra y poner pepino a finales de septiembre. Su doble ciclo es de pimiento/pepino y por lo que cuenta, “me va bien”.
El precio es pactado, quiere esto decir que sabe a cuánto va a vender su pimiento durante los más de cinco meses en los que lo va a tener en producción. Explica que en la empresa que comercializa el rojo se exporta a Holanda y el verde a Inglaterra, por lo general.
Como Emilio hay otros agricultores almerienses con el pie cambiado que emplean los meses de primavera y verano para coger pimientos. Las variedades de las que me habla Emilio, y un familiar suyo también con producción en verano, son murcianas y también variedades almerienses extratempranas.