El agricultor y su técnico, el cortador y la sandía. Fashion, la negra sin pepitas

El agricultor se llama Paco Cabrera. Su técnico de campo es Joaquín Soriano, de Agrupaadra. El cortador es Lorenzo López y la sandía la Fashion. Estamos en una finca de Adra, la cuna del proyecto Fashion que nació hace más de década y media en este municipio del Poniente almeriense.

Hemos querido meternos en el invernadero el día del corte de la sandía de un agricultor que lleva en el grupo AGF desde sus inicios, allá por la década pasada. Paco Cabrera nos habla de la Fashion en términos de sabor, una y otra vez. “Es la más dulce”, insiste.

Con Paco está Joaquín, al que conozco desde hace años. Un técnico abderitano fino, fino. Nos explica que le ha hecho el seguimiento continuo a la finca de Paco desde el comienzo del cultivo dentro de la planificación que realiza Fashion, ya que las producciones son escalonadas respondiendo a un calendario programado meses atrás.

Y bajo el plástico también está Lorenzo que es cortador de sandías, además de agricultor. En su explotación también tiene Fashion. Le preguntamos por los grados Brix y nos comenta que hay un mínimo para cortar esta sandía, siempre por encima de 10º, “aunque lo normal son 11,5º Brix”. Añade Víctor González, responsable del departamento de marketing, que un día atrás midieron en un invernadero hasta 15º Brix, “puro azúcar”.

Marchándonos nos cruzamos con José Manuel Fernández, el transportista. Y es que queremos ver todo el proceso. Así que el siguiente punto es el almacén de confección de Agrupaadra. Allí nos recibe el presidente del grupo AGF, José García, y el jefe del equipo de auditores de Fashion, José Antonio Torrecillas. Y es que el sistema de auditorías internas y externas es uno de los enunciados que más sorpresa nos causa por lo exhaustivo de todo el proceso.

Durante el recorrido por la nave seguimos los diferentes pasos desde que la sandía es descargada por el transportista hasta que se le pone sobre su corteza el sello y distintivo de Fashion. Recorremos la calibradora y vamos observando las diferentes clasificaciones según calibres (2,3,4,5,6). Los más pequeños para la exportación, siendo Alemania el principal cliente exterior y Francia el segundo. El mercado de la Fashion se reparte casi a partes iguales entre el mercado nacional y el europeo.

Durante el recorrido observamos algunos formatos para supermercados de Cataluña y Valencia, como Green-Box; también la cinta del Ice-box, donde se clasificaba la gama de polinizadores de Fashion que también tiene valor comercial, como sandías rayadas con pequeño calibre con microsemillas; o la Fashion Go! también menores calibres, como 5 y 6, pero en negra triploide.

Por último, José Antonio Torrecillas nos hace un resumen exhaustivo de todo el sistema de trazabilidad, que podemos ver en las pegatinas en las que se señala lote, semana y día de la misma. Tras comprender todo el proceso de control de la producción y de la calidad, terminamos hablando de precios. Tanto José Antonio como José García explican que la sandía Fashion defiende el precio con un calendario ajustado, de modo que la producción es escalonada durante todo el ciclo para que no haya picos de oferta. Y cuando la campaña se pone difícil e inestable como la actual, “luchamos con ahínco por el agricultor y por su rentabilidad porque el productor es el pilar de nuestro proyecto. En Fashion tenemos marcado un objetivo muy claro: la defensa a ultranza del precio de la sandía de nuestros agricultores”.