Entre San Antonio y la Noche de San Juan se suelen coger los últimos melones en Almería. Este año, según comentan, hay más tardíos que nunca, por aquello de que muchos productores de pimiento han apurado al máximo sus cultivos antes de rotar a la primavera. Visitamos un invernadero de Balanegra en compañía de Jorge Bervel, técnico comercial de Ramiro Arnedo, y Henry Smienk, responsable de marketing de esta casa española de semillas hortofrutícolas.
El invernadero es del joven agricultor abderitano Óscar Ortega. Los hemos pillado justo recolectando, así que en la finca está también el hermano de Oscar, Nicolás, su tío Paco y algún familiar más. Jorge y Henry quieren mostrarnos en campo su nuevo material, el melón Mirambel, variedad a la que corresponden las imágenes.
Con este melón para tardío y con Valentín para temprano su casa obtentora, Ramiro Arnedo, entra en el segmento del piel de sapo. Melones para invernadero que destacan por su fácil manejo, por su tolerancia al rajado y por su escriturado longitudinal.
“Se lo va a llevar un marquista”, señala Óscar Ortega, mientras señala algunos frutos. “Es un melón que coge bien el azúcar, fácil de llevar y kilero”, añade el agricultor.
Oscar lo puso en la segunda quincena de marzo. “Dos meses y 3 semanas han pasado”, explica mientras nos muestra a Ana y a mí algunas piezas que nos llevamos después a la puerta para medirle el azúcar. En el interior hace calor, mucho. Jorge abre uno de los frutos y le mide 15 grados brix. Y después toca probarlo: ¡Riquísimo!
En la conversación informal Jorge nos dice que este año ha visto por primera vez melones puestos en Almería en abril. Desde luego es algo atípico en el Poniente almeriense, un alargamiento del ciclo de invierno que lleva el cultivo de primavera justo hasta la puerta del verano.
Mirambel está recomendado desde mediados de febrero hasta principios de abril, mientras que su hermano Valentín desde mediados de enero hasta primeros de marzo. Sobre ambas novedades Henry enfatiza “su elevada productividad, su manejo, frutos de calidad y sin problemas de rajado”.
Antes de irnos Óscar Ortega nos comenta que en otro invernadero tuvo semanas atrás el temprano Valentín. Así que ha probado ambas variedades de Ramiro Arnedo. Valentín es un piel de sapo de planta vigorosa, con buen escriturado y fácil cuaje con frutos muy homogéneos.
Después del melón a Oscar le tocará limpiar, desinfectar y arrancar más tarde con pimiento la siguiente campaña.