Una veintena de agricultores pasaban la noche a las puertas de la Delegación del Gobierno andaluz en Huelva en protesta por la ejecución del Plan de Ordenación de Regadíos de la Corona Norte Forestal de Doñana, conocido como el plan de la fresa, del que exigen una moratoria. La protesta, iniciada en la mañana de este miércoles cuando varios de ellos se encadenaron a la puerta principal de la sede de la Junta, se mantendrá de forma indefinida, turnándose en grupos de veinte personas, mientras que el próximo Domingo de Ramos la abandonarán durante unas horas para repartir fruta entre los ciudadanos para explicarles su situación.
Así lo ha indicado en declaraciones a los periodistas Cristóbal Picón, presidente de la Plataforma en Defensa de los Regadíos del Condado, entidad que se ha sumado a la protesta en apoyo a los agricultores para «defender» lo que consideran «justo».
Picón ha lamentado que «haya que llegar a estos medios, que agricultores hayan pasado aquí una mala noche y que las tengamos que seguir pasando porque las administraciones no atiende nuestras reivindicaciones».
Ha recordado que el problema radica en que hay más de 1.500 hectáreas que, reconocidas en principio por el Plan de Ordenación de la Corona Norte «se van a quedar fuera por la aplicación posterior de la Ley Forestal de 1992».
Por ello, ha informado de que van a registrar un escrito dirigido al delegado del Gobierno andaluz en Huelva, Francisco Romero, en la que reclaman una moratoria a la ejecución del plan, su revisión, y la creación de una mesa de trabajo conformada por agricultores, sindicatos, organizaciones agrarias y administraciones central y autonómica para buscar una salida a esta situación, «porque solución hay, si se cuenta realmente con todos los actores implicados».
Picón ha advertido de que «esto se está enquistando y no queremos que se vuelva en contra, los agricultores están cansados, les están llegando cartas con sanciones muy grandes, con medidas cautelares de desmantelamiento de fincas y eso no lo vamos a permitir en tierras agrícolas, porque creo que hay compatibilidad entre agricultura y el Parque Nacional de Doñana».
Ha responsabilizado de todo lo sucedido a la actual política ambiental y ha querido dejar claro que han sido los vecinos de Doñana los que históricamente han cuidado de ella.
Por último, ha dejado claro que si la semana que viene no tienen ninguna respuesta van a intensificar las medidas de acción: «No podemos quedarnos quietos, si la Junta dice que no va a ceder a presiones, que se atenga a las consecuencias porque nosotros si tenemos que morir defendiendo esto, vamos a morir«. EFEAGRO