La cooperativa CASI, una de las comercializadoras hortofrutícolas líderes en el mundo, plantea entre sus inminentes proyectos una expansión hacia el Poniente almeriense para ampliar su gama de productos. Una decisión que se ve reforzada con su participación como compañía expositora en la próxima edición de la feria agrícola Infoagro Exhibition.
Según su presidente, Miguel Vargas, “hemos empezado con el pimiento y la berenjena, y creemos que es una muy buena oportunidad para darnos a conocer a los agricultores de la zona del Poniente, a ver si conseguimos que esta feria contribuya al desarrollo que queremos hacer en los próximos años hacia dicha comarca”. Durante la muestra agrícola, esperan atraer socios y ofrecer sus servicios a los agricultores que deseen formar parte de la cooperativa.
CASI, una cooperativa con más de 70 años de actividad empresarial que, aunque continúa con el modelo de negocio tradicional, la subasta, se encuentra inmersa en un proceso de innovación constante, en el que sus nuevas instalaciones, situadas junto al aeropuerto de Almería, suponen una de sus mayores bazas. Se trata de dos naves con dos plantas cada una, totalmente automatizadas. Según su directora de Marketing, Esther Oliva, “la capacidad diaria de estas instalaciones es de aproximadamente 800.000 kg. Las máquinas clasifican los productos en función de su tamaño y color, y detectan cualquier desperfecto interno o externo que éstos puedan tener, para en tal caso, pasarlos a otra clasificación. Además, el proceso de remonte de los envases y de los palets se hace de manera automática mediante una línea robótica. La clasificación no sólo es por tamaño, también por color, e incluso por grados brix, que son los que indican el dulzor del producto”.
Desde CASI aseguran que esta sede está recibiendo numerosas visitas por parte de sus clientes y de los distribuidores con los que trabajan, y destacan que “se quedan impresionados del avance de la cooperativa en cuanto a su capacidad de ofertar e innovar nuevos servicios”, ya que, según argumentan, “los mecanismos que se han creado van enfocados a poder ofrecer al distribuidor o al cliente los productos que necesita, en el envase que necesita y de una forma óptima. La tecnología que hay ahora mismo permite clasificar en calibres, colores… y todo eso en una gama de 24 productos diferentes: 24 formatos distintos. Es adaptarse plenamente a las exigencias de la distribución”.
La automatización del proceso de manufactura de los productos agrícolas de los más de 1700 socios con los que cuenta la cooperativa, junto a los 1200 puestos de trabajo adicionales que genera, supone, en palabras de su presidente, “la posibilidad de conseguir mejores precios para poder competir con la competencia con los países que no forman parte de la Comunidad Económica Europea: normalmente Turquía y Marruecos”.
Y es que la cooperativa CASI se caracteriza por la calidad, y consideran el sabor y la consistencia de sus productos las cualidades que hacen que la empresa siga siendo líder de mercado y llegue no sólo a todos los rincones de España, sino, directa o indirectamente, a la mayoría de los países de Europa. No obstante, Miguel Vargas considera que el envasado directamente desde el campo a la distribución es lo que ha hecho crecer a CASI, una cooperativa que nació en 1944 mediante la unión de agricultores de la vega de Almería para conseguir mejores precios de las semillas de patata que entonces cultivaban, y que actualmente genera en torno a los 200 millones de kg de tomate por campaña.