La zona, por la que pasan 12.000 vehículos diarios, cuenta con 12.800 m2 de malla volumétrica, 512 m3 de sustrato y 100 Kilogramos de semillas en una superficie hormigonada vertical
El Talud ha logrado crear una cobertura verde totalmente vertical en muros de hormigón pese a ser un año seco
La compañía del sector verde, Grupo Projar, ha creado una superficie vertical verde de más de 6.400 m2, ubicada en plena autovía de Gerediaga-Elorrio en la provincia de Bizkaia, para integrar una carretera por la que pasan 12.000 vehículos diarios.
Pese a ser un año seco, la compañía ha conseguido crear un suelo fértil de manera totalmente vertical en un terreno de hormigón no apto para el desarrollo vegetal.
El talud, con una dimensión de 6.400 m2, ha sido recubierto vegetalmente mediante un sistema por el que se han instalado 12.800 m2 de malla volumétrica que ha conseguido un espesor de aproximadamente 50 milímetros. Este espesor es la cuna para introducir un total de 512 m3 de sustrato y 100 kilos de semillas.
Este sistema de recubrimiento vegetal de muros y mallas volumétricas aúna la integración paisajística y la sostenibilidad. Para la creación de este suelo fértil en un punto en que, por sus características físico-químicas y estructurales, o por su pendiente, se imposibilita el extendido de tierra vegetal, se ha contado con un sustrato de tres componentes.
Sustratos
Entre ellos, destaca la fibra de madera, exenta de contaminantes y con PH neutro, que debido al entrelazamiento de sus fibras, forma una matriz resistente y porosa que estructura el sustrato y lo protege de la erosión hídrica.
A parte de este compuesto, la cama para crear suelo fértil cuenta con sustrato de granulometría media, libre de patógenos y de semillas de malas hierbas que contiene agentes biológicos activos. Estos se encuentran de forma natural y ayudan a evitar enfermedades en la planta y lograr un crecimiento sano.
La mezcla, cuenta además con un compuesto a base de hidrocoloides vegetales que tiene como objetivo estabilizar todos los componentes de la proyección de sustratos. Así, los fija en el interior de la estructura que los alberga y mantiene unas condiciones ideales para la germinación de la semilla ya que mantiene la humedad y favorece la porosidad.
Mallas volumétricas
Para revestir el talud y lograr crear esta cuna perfecta donde descansa el suelo fértil, Grupo Projar ha diseñado un sistema de mallas volumétricas anclado a la superficie de hormigón mediante bulones y anclajes de acero. Este sistema es necesario ya que la morfología de estos taludes es irregular y se necesita adaptar el sistema a los relieves que contiene el talud.
El responsable de la Oficina Técnica de Grupo Projar, Pablo Navarro, explica “en este tipo de obras nuestro objetivo fundamental es la integración paisajística de la obra en el territorio. Para ello, creamos un estrato fértil y estable sobre superficies compactas y/o impermeables y posteriormente aplicamos semillas de vegetación resistente y adaptada a estas especiales condiciones”.
En este mismo sentido, destaca “se trata de soportes muy duros y en ocasiones totalmente verticales donde conseguimos establecer cubiertas vegetales que de otro modo serían imposibles”.