Cada poco tiempo en la agricultura española brota algún nuevo cultivo al que los periodistas le solemos poner la coletilla de “alternativo”, tanto por las expectativas de producción que despierta como por la demanda de consumo creciente que lo acompaña. Ahí está el pistacho, la papaya y en la rama de hortícolas el segmento de los snack y las especialidades. Pero hay más, mucho más. El nogal ya ha llamado a la puerta.
Estos días atrás en la feria extremeña de Don Benito saludábamos a dos empresarios almerienses que han abierto un vivero de nogales, Nogalnature, en la localidad de Alange en la provincia de Badajoz. Y es que el nogal, a diferencia de por ejemplo el olivo que es susceptible de ser plantado en innumerables lugares, requiere unas condiciones climáticas muy particulares que se reúnen en esta zona de España.
Horas frío
En una conversación informal nos estuvieron contando que el nogal necesita un mínimo anual de horas frío, en torno a las 700 horas. Por ello tendríamos que pensar en las regiones españolas que reúnen estas características, aunque de momento la principal demanda de nogales de este vivero proviene de la vecina Portugal. Así que la denominación de “alternativo” no solo habría que aplicarla a los productores locales, sino también a los lusos que están buscando cubrir este nicho del mercado.
Consumo
Un segmento apadrinado por los nutricionistas y sus recomendaciones diarias de consumo de nueces. Así que las expectativas de demanda, que son las que realmente sustentan los nuevos cultivos en la agricultura, son muy elevadas.
Vía precios, factor prioritario para el productor, podríamos estar hablando de entre 3,5-4 euros/kilo. En Extremadura las productividades podrían estar en unos 5.000 kilos por hectárea de media. Y en la retrospectiva de este vivero pacense se han hecho ya ventas en España en zonas productoras como Cáceres, Badajoz, Valladolid, La Rioja, Toledo, Albacete o Jaén.
Suerte para los productores. Y los consumidores, ¡a comer nueces!