Determinar si la papaya es hembra o hermafrodita es un ejercicio crítico, ya que las de valor comercial son las segundas. Hasta ahora debían pasar unos meses hasta que el productor averiguaba en campo la identidad sexual de su papaya, acarreándole sobrecostes y una incertidumbre evidentes. Sin embargo, un laboratorio almeriense, SP, ha revolucionado el mercado tras desarrollar un método rápido y económico para su determinación mediante marcadores moleculares. En tan solo 70 minutos el productor conoce el sexo de su papaya. Así la siembra ya no es a ciegas.
Desde que SP Laboratorios crease hace ahora un año su Plataforma de Alto Rendimiento para la determinación del sexo en papaya han sido sexadas 260.000 papayas (comerciales, vendidas), entre Canarias, Almería y México.
Dado el interés que despierta la papaya cada vez que escribimos sobre ella, acudíamos recientemente a la invitación de SP para conocer su laboratorio y a continuación un semillero que ha apostado de manera decidida por esta revolucionaria innovación en el segmento de la papaya, Vitalplant. Así que Carmen Martínez y Agustín López, socios fundadores de SP, y Asensio Navarro, gerente de Vitalplant, nos colmaron de generosas explicaciones para poder entender que este nuevo desarrollo tiene una repercusión de carácter global en un cultivo en auge como es el de la papaya.
Con una mínima muestra de hoja, de apenas 3 o 4 milímetros, se puede determinar el sexo de la papaya. Es un método universal que funciona con cualquier variedad.
Mejoras
El productor irá sobre seguro gracias a este genotipado, ya que sabrá qué papaya es la de valor comercial, pudiendo plantar todas hermafroditas. De este modo, hay menos competencia entre plantas (una planta por cada seis metros cuadrados), éstas son más vigorosas y tienen una floración más precoz. Incluso se ha testado un volumen de kilos superior en estas plantaciones. Son algunos de los resultados obtenidos hasta ahora en las plantaciones que previamente han sido sexadas por SP.
Trasplantes en marzo
Los trasplantes de la papaya no conviene hacerlos con frío. Esto justifica que se realicen a partir de marzo, apareciendo los primeros frutos hacia octubre. La recolección es paulatina, de modo que al principio se obtienen a la semana 100 gramos por planta, que contrastan con los 19 kilos semanales que se podrían recolectar en los períodos de máxima producción, picos de los meses de más calor, junio, julio y agosto. En septiembre la planta se vacía, volviendo a los 100 gramos semanales hasta la llegada del verano. El ciclo habitual es de dos años.
Vitalplant: biomasa, plantas reservorio y biodinámica
La visita al semillero Vitalplant, situado en el campo de Níjar, nos despertó el interés no solo por la papaya, sino también por otras aportaciones o novedades implementadas. Por ejemplo, este semillero trabaja con calefacción por biomasa con cáscara de almendra desde hace tres años. Toda la calefacción se genera con este método sostenible.
También llamaron nuestra atención las plantas reservorio, por ejemplo lobularias. Según nos comentó Asensio Navarro, el orius come el polen de la lobularia.
El gerente del semillero nos habló de agricultura biodinámica, ya que parte de la demanda de esas plantas reservorio venía de este tipo de agricultores y de los ecológicos.
En el semillero encontramos además otros hortícolas, como cebolla, además de una rica variedad de plantas aromáticas. Tomate cherry en planta grande, big-plant, más precoz; bastante calabacín, el uso del semillero en este cultivo va aumentando; o guindillas en macetas, una demanda creciente en Reino Unido, ya que los supermercados ingleses las piden en este formato para situarlas en sus lineales.