Ciudad Real es una capital de provincia jalonada por esculturas en sus avenidas y plazuelas principales y secundarias. Nos contaban los vecinos que antaño no se podía construir extramuros, por lo que el urbanismo de la ciudad consistió durante décadas en demoler los viejos edificios intramuros para construir sobre ellos otros de nuevo cuño. Ello explica que Ciudad Real carezca de casco antiguo. Una verdadera pena porque nos narraban los lugareños que si se hubiese conservado, hoy día podía haber sido el más señorial de la meseta sur española. Así que los visitantes que recorren sus calles en busca de vestigios de su historia tienen que conformarse con los hitos escultóricos que hacen un guiño a textos universales, como los de Miguel de Cervantes Saavedra.

Ahí están – como podéis observar en los retratos hechos a golpe de cámara por Ana – las estatuas de Don Quijote a lomos de Rocinante, de Quijote con Sancho Panza y su burro, la del propio escritor Miguel de Cervantes con su traje de época (siglo XVI-XVII), o la de Dulcinea, con la que nos inmortalizó una vecina enamorada de la moderna ciudadrealeña. Porque en esencia Ciudad Real es eso, una urbe moderna y funcional en terruño manchego.
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Pero las figuras escultóricas con las que el viajero se topa en su recorrido a pie por la ciudad son muchas más de las que compartimos con vosotros. Os dejamos solo unas pocas como aperitivo, ahí están por ejemplo la de una mujer adulta y una niña de una elevada dulzura amorosa o la de Hernán Pérez del Pulgar, en una de las rotondas de entrada a la ciudad, una escultura de carácter épico de quien fuera capitán del ejército castellano natural de Ciudad Real que sobresalió durante la Guerra de Granada, ganándose el favor de la reina Isabel la Católica y cobrando gran fama en todo el Reino.

Con estos mimbres hacemos un guiño para que aquellos que viajáis por La Mancha y tengáis que hacer parada en la tierra del Quijote, sintáis interés por elegir esta ciudad para pernoctar. Y la parada no será como la relatada en las literarias ventas cervantinas, pero a buen seguro que estarán bañadas esas veladas por buenos caldos. Y es que aquí presumen de ser los mayores productores de vino del país.
En Ciudad Real, como en toda La Mancha, se come bien. En los portales de su plaza Mayor hay una rica oferta de comida tradicional, gastronomía local y del resto de provincias manchegas. También y sobre todo pensando en estas fechas navideñas hay varias pastelerías con una larga historia de décadas endulzando el paladar de todos sus vecinos.

También en dicha plaza, en la Casa del Arco, está el Reloj Carrillón inaugurado por los Príncipes de Asturias en 2005 para conmemorar el 750 aniversario de la fundación de Ciudad Real por Alfonso X el Sabio. El Reloj Carrillón lo compone el trío más famoso de La Mancha: Don Quijote, Sancho y su creador, Cervantes.
Llegamos a los últimos días del año y queríamos haceros esta última propuesta viajera de 2016 dirigiendo la mirada a una ciudad poco conocida, pero que es merecedora de nuestra atención y de la de todo viajero curioso y con ganas de conocer cada día más. ¡Aprovechamos con ello para desearos unas felices fiestas!