Regantes del Poniente almeriense adoptan medidas para dejar de extraer de los acuíferos hasta 52 hectómetros. El agua de la desaladora de Balerma ya se mezcla con la de pozos para contribuir a la recuperación de las reservas subterráneas de la comarca.
Las comunidades de regantes Tierras de Almería y Sol y Arena, dos de las más importantes del Poniente almeriense por superficie regable y por número de comuneros, son las primeras en contribuir a la recuperación de los acuíferos subterráneos de la comarca. Ambas comunidades, asociadas a Feral, han comenzado a mezclar agua procedente de la desaladora de Balerma con el agua de sus pozos.
De este modo, Sol y Arena y Tierras de Almería confían en reducir en un 50% el umbral de aprovechamiento de sus pozos para contribuir a la recuperación natural de los mismos y luchar así contra la progresiva intrusión marina en los acuíferos, la principal amenaza para la calidad del agua de riego en toda la comarca.
El agua desalada, muy pura y exenta de sales minerales, no es apta para riego agrícola a no ser que se mezcle con aguas de menor calidad que sí están mineralizadas. Las mezclas con agua desalada se realizan en diferentes porcentajes, según las zonas de riego y el tipo de cultivo, para mejorar la calidad general del agua que reciben las plantas. El beneficio es inmediato, ya que estas mezclas suavizan la dureza de aguas con una elevada conductividad (alto contenido en sales disueltas), a la vez que se reduce el consumo de aguas subterráneas.
Esfuerzo colectivo
La estrategia de reducción en las extracciones iniciada por estas dos comunidades de regantes pretende convertirse en la tendencia a seguir por el resto de comunidades de regantes de la comarca para poder hacer realidad el decreto de recuperación de los acuíferos que impulsa la Junta Central de Usuarios del Poniente (JCUAP). Gracias a dicho decreto, actualmente en borrador y pendiente de aprobación por parte de la Consejería de Medio Ambiente, todos los usuarios del agua en el Poniente, incluidos regantes, industrias y ayuntamientos, se comprometen en el horizonte de 2018 a dejar de extraer hasta 52 Hm3 de agua de los acuíferos subterráneos de la comarca.
Por el momento, y antes de la entrada en vigor del decreto de recuperación, todas las comunidades de regantes del Poniente almeriense que están asociadas a Feral van a seguir el ejemplo de Tierras de Almería y de Sol y Arena. El presidente de Feral hace un llamamiento a todos los regantes de la comarca, ayuntamientos y administraciones competentes, para que manifiesten cuanto antes su compromiso de apoyo al plan de recuperación de los acuíferos del Poniente. “Nuestros acuíferos se encuentran en una situación crítica, pero no irreversible, y es nuestra responsabilidad conservar para las generaciones futuras las reservas de agua que nos ha aportado la naturaleza y que hemos utilizado durante décadas para producir los alimentos frescos que se consumen en toda Europa”, dijo José Antonio Fernández el pasado jueves durante el encuentro con regantes organizado por la Junta Central de Usuarios con el apoyo del Ayuntamiento de Vícar (imagen inferior).
Para cumplir en 2018 con el objetivo de reducir hasta en 52 Hm3 las extracciones de aguas subterráneas, la Junta Central de Usuarios del Poniente incluirá en el decreto de recuperación de los acuíferos una propuesta técnica que contempla la ampliación de 30 a 40 Hm3 de la capacidad de producción de la desaladora de Balerma, la reducción en un 80% del consumo de agua de los Pozos de Bernal por la ciudad de Almería y su sustitución por 7 Hm3 anuales de la desaladora de la capital, la generación de hasta 10 Hm3 anuales de aguas regeneradas en las depuradoras de Roquetas de Mar y de El Ejido, el aprovechamiento de hasta 5 Hm3 anuales de los sobrantes de la Balsa del Sapo, incluir sistemas para la captación de aguas pluviales en los proyectos de modernización de invernaderos y que se evalúe la capacidad de aprovechamiento de aguas embalsadas en la presa de Benínar en función de sus reservas reales.
A juicio de Feral, la propuesta técnica de la Junta Central de Usuarios es perfectamente viable a corto plazo, pero necesita complementarse con otros aportes extraordinarios. “No podemos renunciar a la llegada de los sobrantes de la presa de Rules ni tampoco a la interconexión de doble sentido que nos ofrecería la Autovía del Agua Benínar-Cuevas”, según José Antonio Fernández, quien advierte que las buenas intenciones iniciales de los regantes por comenzar a recuperar el acuífero “pueden ser inútiles sin el compromiso en firme de las administraciones implicadas para la dotación de nuevas infraestructuras que permitan corregir al cien por cien el déficit hídrico de los acuíferos del Poniente almeriense y sin un abaratamiento del agua desalada que permita generalizar su uso”.