En la intersección entre Alhama de Murcia, Totana y Mazarrón hay una hospedería rural en la que se puede masticar el silencio. Esta semana hacíamos parada en ella tras la inauguración de las nuevas instalaciones de Pelemix, situadas a pocos kilómetros de este alojamiento rural, un acto que se desarrollaba en una noche con superluna. Así que decidimos no regresar a la vecina provincia de Almería y hacer noche en Murcia, aprovechando la conjunción de los astros.
El lugar escogido tenía muy buenas recomendaciones por parte de los viajeros, foros que suele cotejar Ana en nuestras escapadas. Y en esta ocasión la recomendación no podía estar mejor fundamentada.
El espacio es ideal para aquellos que valoramos sobremanera el sosiego silencioso, la tranquilidad y el hecho de poder mirar por la ventana y sentir la calma de la naturaleza en todas direcciones. Así sienta hasta mejor el desayuno. El matiz viene porque este relato no está pensado para aquellos que busquen el bullicio del gentío, la muchedumbre o el alboroto del calor humano.
Los Balcones (sitio web pinchad aquí) está reformada sobre una antigua casa típica de esta zona, conocida como Cañadas del Romero, y es propiedad de la familia de José Miguel, regente de esta hospedería frecuentada sobre todo por europeos.
Al día siguiente es el cuerpo descansado el que te echa de la cama. Todo es silencio. Años hace que no disfrutaba de una sensación similar. Hoy día hasta los pueblos son ruidosos, sus calles y sus mañanas. Sin embargo, Los Balcones tiene por vecinos algunos campos de brásicas y algunos pinares de donde no braman ruidos humanos.
El resto del día lo dedicamos a recorrer el campo de Mazarrón. La población en la que se encuentra el ayuntamiento, Mazarrón; el puerto de Mazarrón, en el litoral; y sobre todo Bolnuevo, una pequeña pedanía en la costa mazarronera, que estos días se prepara para celebrar su fiesta local, con la bajada de la Virgen a la playa y con la tradicional guerra de moros y cristianos tan propia del Levante español.
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Bolnuevo es una antigua población de pescadores hoy día jalonada por locales de restauración eclépticos, algunos con la bandera USA, otros frecuentados por británicos, algunos con un aire bohemio de los años 80 donde a los clientes se les ve tomar café, té o grandes pintas de cerveza, italianos con su toque elegante y por supuesto bares y restaurantes con abundante cocina española. Nos decantamos por un transalpino auténtico, Il Capriccio, de propietaria y cocinera italianas. Una piadina napolitana (similar a la pizza, pero cerrada) con unas espinacas salteadas y una ensalada caprese pueden recomponer cuerpo y espíritu en pocos minutos.
Pero Bolnuevo, sin lugar a dudas es conocido por sus populares Erosiones, resultado de la erosión sobre las rocas del agua y el viento a lo largo de los siglos. Una formación geológica que maravilla a la vista, al tiempo que nos pone en alerta sobre la fragilidad de este patrimonio natural de la región de Murcia.
Disfrutar de un atardecer de noviembre en este entorno no tiene precio (…). Y no importa que la frase parezca un cliché. Es cierta.
Y para acabar un recordatorio. La próxima semana se celebra la romería de este rinconcito de la costa murciana, fiesta popular que acaba con una moraga de sardinas en la playa. Los más curiosos y viajeros estáis a tiempo de poder disfrutarlo.
Ana Rubio