De las ocho ediciones de la feria agrícola de la capital de España la de este año ha sido la más tempranera en sus fechas, a principios de octubre, cuando lo habitual era a finales de este mes. Con este calendario la campaña de tomate apenas está iniciada, digo la de tomate porque es la hortaliza más vendida en el mundo tras la cebolla y a su vez la que tiene más visibilidad en la feria. Así que en semejante fecha de primeros de primeros de octubre no ha transcurrido aún suficiente tiempo para hablar de precios de campaña en este cultivo, que tiene en Almería a su principal zona productora en el país y que viene de dos años complicados en cotizaciones. De ahí que la campaña 2016/17 haya bajado levemente su superficie, sobre todo en tomate suelto.
Tendremos tiempo de hablar de precios, de mercados y de comercialización en los próximos meses. Con este post solo quiero poner de relieve la importancia estratégica que ha cobrado la feria madrileña, de tal modo que son pocas las empresas que no la preparan con meses de antelación, destinando a ella bastante recursos.
La VIII Fruit Attraction ha sido también la más internacional de las celebradas hasta ahora. Presencia con expositor de más de 30 países, a los que habría que sumar otros muchos sin stand, pero con representación. Contrasta este año con la primera edición en la que la feria tenía un marcado carácter nacional, y es que quien suscribe ha asistido a este salón del IFEMA todos los años y creo estar en disposición de poder hacer una retrospectiva práctica de cómo ha crecido este evento, hasta el punto de que ha restado bastante protagonismo a la antaño omnipoderosa Fruit Logística de Alemania.
No se trata de dedicar un extenso artículo a la comparación entre la feria española y la germana, pero sí unas pocas líneas. Antes de la aparición de la feria promovida por Fepex e IFEMA en Madrid, el continente era copado por la feria de Fruit Logística en Berlín, que no necesitaba promocionarse, se vendía sola. Sin embargo, esto ya ha cambiado porque con bastantes meses de antelación la feria berlinesa tiene que recorrer las diferentes zonas de producción de España para recordarle a los exportadores españoles que Alemania está esperando en febrero y que hay que seguir acudiendo a la Messe de Berlín.
Durante estos tres días de feria madrileña he hablado con muchos profesionales que coinciden en el crecimiento estratégico de la feria madrileña (en suelo un 20% más de expositores en relación al año anterior), en un fecha bastante adecuada, según comentan. De los que exponen en Madrid los hay que también repetirán en Berlín, pero son cada vez más los que solo eligen una feria para exponer y la otra para visitar. En esa premisa es Madrid la que se lleva el expositor y Berlín la que se queda con el visitante de pasillo.
¡Pero ojo, que también se puede morir de éxito! Pecado muy habitual en las ferias agrícolas. Solo hace falta pensar en algunas que cayeron cuando perdieron la esencia que las hizo nacer. Y luego se las puede recuperar, pero lleva tiempo. Así que la mejor guía para crecer es hacerlo sin atracones y con los pies siempre en el suelo.