Desde primeras horas de la mañana desde todos los puntos cardinales de la región de Murcia se movilizaban hacia la capital murciana centenares de profesionales del sector agrícola que dependen del agua para su supervivencia. 506 tractores, 50 camiones y un número masivo de personas que repiten movilización, tras la realizada la semana pasada en Cartagena.
Y ante la pasividad mostrada por las Administraciones, después de Cartagena y Murcia, si no hay un riego de socorro que evite que se pierda la campaña de invierno, la siguiente movilización se realizará en la capital de España. El próximo 13 de otoño están imágenes se repetirán por las calles de Madrid bajo un solo grito: AGUA.
Sin ella, la agricultura desaparece.
Murcia, el espejo en el que mirarse
La movilización de hoy en la ciudad de Murcia ha sido masiva, ya que no solo han sido los agricultores los que se han echado a la calle, sino que todo el sector se ha adherido en una jornada histórica que ha hecho visible la unidad de la huerta murciana. Peones agrícolas; trabajadoras del manipulado de las empresas comercializadoras; comerciales de empresas; personal de compañías de industria auxiliar, desde semillas hasta fitosanitarios, comunidades de regantes y un largo etcétera.
Mientras que en las movilizaciones de los últimos años del campo almeriense y granadino han sido agricultores y sus familias las que han llevado el peso (incluso evidenciándose un divorcio entre productores y comercializadoras), hoy la huerta murciana ha logrado aglutinar a todo el sector sin voces discordantes, defendiendo un mismo futuro tanto los trabajadores como los empresarios. Sin agua, todos pierden, así que todas las posibles diferencias pasan a un segundo plano. Tal vez sea un buen espejo en el que mirarse porque Murcia hoy ha demostrado que la agricultura es un dominó en el que todas las piezas son interdependientes. Y empujando todos, se hace posible un sector más fuerte.