Durante el reciente encuentro, los responsables de COAG Almería han alertado a la AICA de situaciones que se están dando en la relación agricultor-comercializadoras como la quita de kilos de forma injustificada o las comisiones sin justificación alguna y carentes de transparencia al no estar reflejado en ningún contrato.
La Organización Agraria en la provincia va a iniciar nuevamente una ronda de encuentros con los representantes de las asociaciones que aglutinan a las comercializadoras almerienses para que se atajen los abusos comerciales que sufren los agricultores por parte de éstas.
Varios miembros de la sectorial de frutas y hortalizas de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) mantuvieron una reunión bilateral con los máximos responsables de la Agencia para la Información y Control Alimentarios (AICA) – organismo salido del Ministerio de Agricultura – para compartir y analizar la problemática actual de la aplicación de la Ley 12/2013 de mejora del funcionamiento de la cadena alimentaria en el sector hortofrutícola.
Los representantes de COAG han valorado positivamente la ley y la labor de AICA, pero han señalado que aún queda mucho camino por recorrer para su correcta aplicación y han solicitado un mayor esfuerzo de AICA en este sentido en el sector de frutas y hortalizas. Existe aún un bajo nivel de contratación y un elevado grado de desconocimiento por parte de los productores respecto a los beneficios que puede reportarles a la ley.
En este sentido, los representantes de COAG han trasladado las problemáticas concretas que afectan a las comercializadoras que, en la práctica no deberían quedar eximidas de la contratación obligatoria, al comercio mayorista o los plazos de pago. Se ha hecho especial hincapié en el contenido de los contratos y en la falta de opacidad de algunas cláusulas y descuentos no objetivos que afectan al precio.
Reuniones con el sector en Almería
En este encuentro, el Responsable de Frutas y Hortalizas de COAG y Secretario Provincial de COAG Almería, Andrés Góngora, ha trasladado a Herrero la preocupación por las situaciones de abuso que se están dando por parte de las comercializadoras a los agricultores. “La buena sintonía que mantenemos con la AICA hace que le hayamos podido trasladar las diferentes situaciones que se están dando en el sector agrícola almeriense y que los socios de COAG llevan tiempo trasladándonos. Los productores se quejan sobre malas prácticas de las comercializadoras quienes les quitan kilos de forma injustificada y que además, entre otros abusos, les meten comisiones sin justificación alguna y carentes de transparencia”, asegura.
Por su parte, COAG Almería anuncia que va a empezar a mantener nuevamente contactos con los representantes de las asociaciones que aglutinan a las comercializadoras de la provincia para que éstas sean conscientes de los abusos que están llevando a cabo y que de esta forma se puedan erradicar. “Daremos cuenta a la AICA de cualquier circunstancia anómala que se produzca en las reuniones así como de las denuncias que nos siguen llegando de los agricultores. La pasada campaña ya mantuvimos encuentros con las comercializadoras pero finalmente se relajaron; no vamos a cejar en el empeño de presionar con la ley en la mano para finalicen los abusos a nuestro sector”, sentencia Góngora quien ha resaltado que la AICA, por su parte, se ha comprometido a mantener una relación estrecha con COAG para poder estar más vigilantes en cualquier práctica abusiva que produzca hacia los agricultores.
Puesta en marcha de un Plan Control
La AICA, por su parte, ha trasladado a COAG que va a realizar un Plan de Control específico para comprobar la formalización de los contratos que contará con más de un millar de inspecciones. La finalidad de esta nueva campaña de inspección es verificar que todas las transacciones comerciales que superen los 2.500 euros queden recogidas por escrito en un contrato alimentario como establece la Ley de la Cadena.
COAG considera que los contratos obligatorios otorgan estabilidad y transparencia a las operaciones de compraventa que se producen entre agricultor y comprador y, en esta línea, ha puesto a disposición de sus asociados distintos contratos tipo para cualquiera de las producciones hortofrutícolas y que se adaptan a las necesidades concretas de cada sector.
“La AICA tiene que velar por que las comercializadoras cumplan ley, ya que es una situación que en muchos casos lleva años arrastrándose y entendemos que con la aplicación de la misma quedaría resuelta”, concluye Góngora.